1
No vayas al jardín florido, no vayas, ¡oh, amigo!En ti están el jardín y sus flores.Inclínate sobre el loto de los mil pétalos y contempla allí la Infinita Belleza.
2
Kabîr dice: Si te sumerges en el océano de vida, vivirás en el país de la suprema felicidad. ¡Qué frenesí de éxtasis contiene cada hora! El adorador exprime y bebe la esencia de las horas. Vive con la vida de Brahma... Digo la verdad porque acepté la verdad en mi vida. Estoy consagrado a la verdad porque ahuyenté lejos de mí todas las falsas apariencias.
3
¡Sutil es el sendero del amor! No hay en él preguntas ni silencios; toda criatura se aniquila a sus pies, se hunde en el gozo de buscarlo a Él, se sumerge en las profundidades de su amor como el pez en el agua. El enamorado siempre está dispuesto a ofrecer su vida en servicio de su Señor. Kabîr revela el secreto de ese amor.
4
Si no conoces a tu propio Señor, ¿de qué te enorgulleces? Renuncia a toda elocuencia. Jamás te unirán a Él las simples palabras. No te dejes engañar por el testimonio de las Escrituras. El amor difiere mucho de la letra, y el que con toda sinceridad lo busca, lo encuentra.
El arpa difunde una suave música y la danza continúa sin danzantes. La música se toca sin tañerla; se escucha sin oídos, pues Él es el oído y Él escucha. La puerta está cerrada; pero el incienso está en el interior y nadie ve la cita. El sabio comprende estas palabras.
(Kabîr, Poemas místicos. 100 poemas de Kabîr, Barcelona: Obelisco, 2000)
Kabîr (Benarés, 1440 – Maghar, 1518). Poeta, músico y místico indio de ecos sufíes. De padres musulmanes, fue discípulo del santo hindú Bhakti Ramananda, hecho éste insólito, dado que por aquel entonces un gurú hindú no aceptaba estudiantes musulmanes. La tradición legendaria cuenta que Kabîr (grande en árabe), el tejedor iletrado, fue la excepción, al encontrar un camino personal harto creativo con el que vencer todas las objeciones. Hombre de actitudes derviches malâmatíes, rechazó credos, denominaciones, ascetismos y religiones, llevando la filosofía mística india, fecundada por el misticismo sufí, a un nuevo rumbo. Su colección de poemas, reunida por sus discípulos durante el transcurso de su vida, constituye una de las obras maestras de la literatura espiritual universal.
Sección coordinada por Pepa Torras i Virgili