Halil Bárcena, "Perlas sufíes. Saber y sabor de Mawlânâ Rûmî" (Herder, 2015).

«Es verdad que jamás un amante busca a su amado sin haber sido buscado antes por éste» (Mawlânâ Rûmî, Maznawî III, 4393. Traducción: Halil Bárcena).

¡... Eyval·lah ...!

AVISO PARA NAVEGANTES

Amigas y amigos, salâms:

Bienvenidos al blog del "Institut d'Estudis Sufís" de Barcelona (Catalunya - España), un centro catalán e independiente, dedicado al estudio de la obra del sabio sufí Mawlânâ Rûmî (1207-1273) y el cultivo del sufismo mevleví por él inspirado, en nuestro ámbito cultural.

Aquí hallarán información puntual acerca de las actividades públicas (¡... las privadas son privadas!) que periódicamente realiza nuestro instituto. Dichas actividades públicas están abiertas a todo el mundo, ya que nadie ha encendido una luz para ocultarla bajo la cama, pero se reserva siempre el derecho de admisión, porque las perlas no están hechas para los cerdos.

Así mismo, hallarán en el blog diferentes textos y propuestas relacionados con el islam, el sufismo y la sabiduría tradicional. Es importante saber que nuestra propuesta sufí está enraizada en la sabiduría coránica y la
sunna muhammadiana, porque el sufismo es el corazón del islam, pero el islam es el corazón del sufismo.

El blog está pensado como una herramienta de trabajo para todos aquéllos que tienen un sincero interés por Mawlânâ Rûmî, en particular, y la senda del sufismo islámico, en general. Por ello, sus contenidos se renuevan puntualmente. Si se suscriben al blog podrán recibir información puntual sobre todas las novedades que se produzcan.

Para cualquier tipo de consulta o información, no duden en ponerse en contacto con nosotros, a través de nuestra dirección de correo electrónico: sufismo786@yahoo.es

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Reciban un cordial saludo, sean quienes sean y lo que sean, estén donde estén, y muchas gracias por su visita. Huuu...!

Halil Bárcena

Director de l'IES

Yâ man Hû...!

Yâ man Hû...!

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jueves, 29 de septiembre de 2011

Cuaderno Black

Y el gallo enmudeció




Halil Bárcena






24 de septiembre de 20011. De hecho, hoy comienza de verdad la Copa del Mundo de rugby para nuestros admirados All Blacks. El test-match es contra Franica, rival de entidad. Lo hasta ahora hecho, destrozar a Tonga y a Japón, entraba dentro de lo pevisible, pero lo de Francia era otra cosa, teniendo en cuenta que los del gallo han tenido la costumbre de amargarles los mundiales a los Blacks en ediciones anteriores, en 1999 y 2007 concretamente, en choques que prefiero ni recordar. Por todo ello, el test-match contra los galos era trascendental. Además, dados los otros resultados del 'Grupo A', Los Blacks se aseguraban una plaza para los cuartos de final y ser primeros de grupo, lo que les daría la posibilidad de enfrentarse a un rival más asequible y evitar a Inglaterra. Por todo ello, los Blacks sabían lo que se jugaban y que se la jugaban. Salieron los hombres de negro, pues, concienciados desde la haka, que en esta ocasión, cómo no, fue 'Kapa O Pango', pues la ocasión exijía un plus de tensión. ¡Y madre mía si hubo tensión en los gestos al límite de los del helecho plateado! Y tras la haka, el choque. Los galos salieron en tromba y durante 10 minutos 10 acorralaron a los Blacks en su campo, que se defendían con todo. Pero, de pronto, aparecieron dos hombres: Richie McCow, que, ¡ahí es nada!, cumplía su partido 100 con la zamarra negra, récord absoluto, y Dan Carter, otra vez DC. McCow se puso al frente de la defensa e hizo lo que mejor sabe hacer: placar y placar sin remilgos (al final fue quien más tackles realizó); y DC puso inteligencia y estilo, y empezó a habilitar a sus tres cuartos. Y las cosas cambiaron radicalmente: tras los primeros compases de agobio, la fuerza y la genialidad black destrozó a los franceses, que el sábado, además, vestían de... ¡blanco! Y se acabó el encuentro. Los hombres de negro ridiculizaron una y otra vez a los del gallo, rompiendo las líneas defensivas a placer; y aquello fue un festival. Nonu rompía y los Jane, Dagg, Kahui, Williams y compañía entraban a placer en la zona de marca; y el gallo francés se despidió del encuentro. Al final, 37 a 17, para los Blacks y el pase a cuartos de final asegurado.


Aquí tienen un resumen del test-match (¡atención a los gestos de Ali Williams!):



Y aquí el canto del gallo:



Cuentos: La recompensa

El burro y la recompensa






En cierta ocasión, Hodja Nasreddín extravió su burro. Al cabo de un buen rato, azorado, comenzó a dar gritos en medio del bazar, ante el gentío que pasaba:

-"¡Oh gentes! He perdido mi burro y estoy desseperado, pues es lo que más amo en el mundo. Así que necesito econtrarlo y a quien lo encuentre se lo daré en recompensa".

A un amigo suyo que pasaba por allí la forma de razonar de Nasreddín le pareció extraña, por no decir absurda:

-"Pero, vamos a ver, Hodja, si lo piensas dar en recompensa, ¿por qué quieres encontrarlo?", le dijo el buen hombre, que, como de costumbre, no entendía nada.

Esto fue lo que Hodja le contestó:

-"Porque el placer que obtienes cuando encuentras algo perdido es mayor que la alegría de poseerlo".


Cuanto más das más tienes, cuanto más das más eres. El corazón se alegra al recuperar algo extraviado o al descubrir algo nuevo; pero se ensancha, cuando puedes desprenderte de ello. Esa es la lógica paradójica de la vida. Por eso, sólo se le permite a alguien acceder a la senda interior sufí si es capaz de dar. Y es que recibes en la medida que eres capaz de servir y dar.


Halil Bárcena

jueves, 22 de septiembre de 2011

José Tomás, gracias maestro

26 de septiembre de 2011



(Última corrida de toros en la 'Monumental' de Barcelona,
tras la prohibición)




¡José Tomás, gracias maestro!






"El arte mágico y prodigioso de torear


tiene también su música (por dentro y por fuera)


y es lo mejor que tiene.


Música para los ojos del alma y para el oído del corazón;


que es el tercer oído del que nos habló Nietzsche:


el que escucha las armonías superiores"


José Bergamín






Aquí, la última faena, una gran faena de 'puerta grande':




Y aquí, el indulto al toro 'Idílico', una faena para la historia:




Futuwwah, la caballería espiritual



'Futuwwa',


la caballería espiritual sufí



Halil Bárcena







Reza así un hadîz atribuido al profeta Muhammad: "He sido enviado para perfeccionar la excelencia (o la nobleza) de los caracteres". Pues bien, hallamos aquí el fundamento escriturario de la llamada futuwwa o caballería espiritual sufí, que recibe el nombre de yavanmard en lengua persa. En cierto modo, podríamos afirmar que la futuwwa constituye la ética del sufismo, el modo de estar en el mundo, que deriva de un estado interior concreto: haber realizado que sólo la divinidad es el ser existente, que constituye el eje nodal del sufismo, la concepción de la 'unidad del ser' o wahdat al-wuyûd. De hecho, la enseñanza más importante en la senda espiritual sufí es el hecho de que no existe ningún 'yo' permanente, que sólo Él es. Nuestra identificación con el nafs, nuestra naturaleza egótica, es lo que nos mata, pero quien se vive como nada es el perpetuamente joven, pues es como si hubiese bebido el agua de la vida eterna. Fata, de donde deriva futuwwa, quiere decir en árabe 'joven', justamente, al igual que el persa yavan, término próximo al 'jove' catalán. Es, a fin de cuentas, la juvenalia latina.


La futuwwa constituye un modo de realización espiritual consistente en una superación continua, en el comportamiento tanto interior como exterior, de los límites impuestos por el yo individual y colectivo. "Muéstrate como eres y sé como te muestras", instaba Mawlânâ Rûmî (m. 1273) a los suyos. Traducida en términos de amor, la futuwwa es el deseo apasionado de un 'objeto' inaccesible, la divinidad, simbolizada a menudo en la poesía sufí por el personaje femenino de 'Layla', que en árabe abarca dos campos semánticos interesantes: 'noche' y 'embriaguez'. Así pues, la senda del caballero espiritual es la 'senda de Layla', una senda que transcurre a través de la noche interior y que emborracha. No hay vino más delicioso y embriagador que el del olvido de uno mismo.





En términos de compasión, la nobleza del alma y de los caracteres (makârim al-ajlâq) consiste en alzarse por encima de las reglas de intercambio ordinarias. La caballerosidad del fata sufí poco tiene que ver con la farsa hipócrita del convencionalismo social ni con ningún protocolo formal. Insistimos una vez más, la futuwwa brota natural y espontánea de un interior transformado por la presencia incesante y apabullante de la divinidad. Quien ha descubierto que Él lo es todo se vive a sí mismo como nada; y alguien así jamás podrá despeñarse por la cuesta abajo del orgullo, el egoísmo o la envidia.


Hay algunos maestros sufíes, sin embargo, que han interpretado el sentido de la futuwwa en base a otra etimología. Así, Omar Suhrawardí de Bagdad (m. 1234), fundador de la tarîqa epónima, suhrawardiyya, sostiene que la palabra futuwwa deriva de fatwa, que significa 'comportarse correctamente'. Para él, por lo tanto, la futuwwa es saber cuál es el comportamiento adecuado, en cada momento, conforme a la naturaleza de las cosas. Y ese es, en definitiva, el comportamiento caballeresco del sufí: saber actuar en situaciones diversas, en el sentido siempre más conforme a una grandeza del espíritu, es decir, a una ley espiritual no escrita e indefinible, pero siempre presente, y que corresponde al fata captar y descubrir. De ahí que la acción del caballero sufí, alguien despojado de todo atisbo de egoísmo, consista en influir de modo benéfico en el curso de los acontecimientos, según éstos deban suceder.


"Lâ fatâ il·lâ 'Alî", 'No hay fata como 'Alí', dice un aforismo muy del gusto sufí. 'Alí, primo y yerno del profeta Muhammad, es una fuente doctrinal espiritual insustituible en el sufismo (todas las turuq o escuelas sufíes se remontan a él, salvo la naqshabandiyya), así como el modelo por excelencia del fata, el caballero místico que encarna las virtudes de nobleza y compasión, coraje y devoción, justicia y conocimiento interior, propias de la futuwwa, la caballería espiritual, verdadero fundamento de la ética sufí.




En un mundo tan desnortado como el que nos ha tocado en suerte vivir, caracterizado por un dramático desmantelamiento axiológico, en el que todo orden se ha subvertido y pocos son los que aún distinguen arriba de abajo o luz de oscuridad, la voz del fata se nos presenta como un grito en el desierto, no por desoído menos cierto y necesario.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Rûmî y la cocina

Rûmî y la cocina



Nesrin Cân





La obra de Mawlânâ Rûmî (m. 1273) está repleta de imágenes simbólicas, a través de las cuales despliega su filosofía mística. Una de dichas imágenes es la cocina y todo lo que tiene que ver con las artes culinarias. Así resume, por ejemplo, su propia trayectoria vital: "El resumen de mi vida es que estaba crudo, me cocí y al final me quemé". El gusto de Mawlânâ por la cocina impregnó todo el sufismo mevleví posterior a él. En efecto, la educación de todo derviche mevleví daba comienzo en la cocina. Quien aspiraba a seguir la vía sufí de Mawlânâ era invitado a permanecer en la cocina durante tres días, a fin de observar el estilo de trabajo en equipo que se daba dentro de una jânaqa mevleví. Y es que, como afirman algunos derviches, las cocinas no eran lugares para charlar y tomar café ociosamente, sino lugares centrales del trabajo interior. Cuando murió Ateş Baz-i Veli, cocinero de Mawlânâ y sus derviches, le construyeron una tumba, que aún hoy puede visitarse a las afueras de la ciudad turca de Konya, con los colores del fuego, lo cual, insisto, muestra la importancia no sólo de la cocina sino de lo culinario en general, para los mevlevíes del siglo XIII, algo que ha perdurado hasta nuestros días. Quien no sabe de fogones, poco entiende de sufismo.

Al mismo tiempo, la cultura sufí mevleví nos ha legado muchísima información escrita sobre recetas culinarias, las propiedades de ciertos platos y alimentos, así como sobre el diseño de una mesa bien puesta y la estética general de la cocina, algo que aún pervive, especialmente, en la ciudad de Konya, en el corazón de la Anatolia turca, y en la deliciosa cocina turca de nuestros días. Es importante lo que se come, pero también cómo y con quién se come. Todo ello forma parte del adab o saber estar del derviche en cada momento y situación, sobre lo que tanto insisten Mawlânâ y los derviches que siguen su camino.


Nesrin Cân es licenciada turca en lengua y literatura españolas.

Dîwân de Hal·lâj (28)


Dîwân de Hal·lâj (m. 922)




28

1. El teu lloc en el meu cor és tot el cor.
Tret de tu, no hi ha espai per ningú més.

2. El meu esperit et guarda entre els ossos i la pell.
¿Com creus que obraria jo si mai et perdés?


(Traducció de l'àrab al català a càrrec de Halil Bárcena)

domingo, 18 de septiembre de 2011

Cuaderno 'Black'


Paliza a Japón


y prodigioso Sonny Bill Williams



Halil Bárcena






Sábado, 17 de septiembre. Segundo test-match del grupo "A" de la Rugby World Cup y triunfo apabullante de nuestros admirados All Blacks, 83-7, frente a una débil escuadra japonesa, entrenada por el otrora excelente 'black' John Kirwan. El encuentro no tuvo historia, dada la diferencia de nivel rugbístico existente entre ambos países. Y es que uno tiene la impresión que, hoy por hoy, los nipones se conforman con no volver a pasar a la historia negra (¡y nunca mejor dicho!) del rugby. Recuérdese que en la Copa del Mundo del 95 (la de Nelson Mandela e 'Invictus' de Clint Eastwood, aquélla que los sudafricanos les birlaron a los Blacks de forma un tanto dudosa), los del helecho plateado les endosaron a los japoneses un supersónico 145 a 17, récord absoluto de la historia del rugby mundial.

Del test-match frente a Japón, quiero hablarles hoy de un 'black' atípico, Sonny Bill Williams, un portento rugbístico al que algunos ya comparan -creo que exageran un poquito- con el gran Jonah Lomu. Sonny Bill, nacido en Nueva Zelanda, el 1985, aunque de origen samoano, debutó como 'black' el pasado mes de noviembre, frente a Inglaterra, en la gira de otoño de los All Blacks. Proviniente del llamado rugby league o rugby a 13, una modalidad del rugby jugada por 13 jugadores, en vez de los 15 de la categoría superior, Sonny Bill es el único jugador de la historia de los All Blacks en haber pasado de una a otra categoría desde 1920, en que lo hizo Karl Ifwersen; algo, insisto, tan inusual como pasar del fútbol sala al fútbol a 11. Al mismo tiempo que jugador de rugby, Sonny Bill, todo un portento físico, compite en la máxima categoría del boxeo profesional, la de los pesos pesados. Pero aún hay más, el 2008 Sonny Bill Williams se convirtió al islam, siendo el primer 'black' de la historia en profesar dicha religión. Sin duda, alguien único. Frente a Japón Sonny Bill Williams consiguió un try espectacular, acorde a su gran categoría como jugador. Será, estoy convencido, uno de los hombres de la presente Rugby World Cup, pero también uno de los grandes nombres del rugby de los próximos años. Y si no, al tiempo.


Para ver a Sonny Bill Williams en acción, clikad aquí:

martes, 13 de septiembre de 2011

Ahâdîz: "Morid antes de morir"



Morid antes de morir






Dijo el mensajero de Al·lâh [Muhammad] a los suyos: "Morid antes de morir y pedíos cuentas a vosotros mismos antes de que se os pidan".

[Hadîz recogido por Tirmidhî]

Comentario:
La muerte a la que aquí se alude es la muerte iniciática, obviamente, sin la cual no hay ‘segundo nacimiento’, el único que en verdad nos convierte en seres humanos integrales. Uno debe morir a sí mismo, a la estrechez del yo fenoménico con el que vive identificado a pesar de ser una mera ilusión, a fin de hacerse capaz de acogerlo todo. Sólo cuando tu te reconoces como nada Él deviene todo. En paralelo al presente hadîz, los maestros de la vía mística citan un adagio sufí según el cual el discípulo ha de ser, respecto a su guía espiritual, como el cadáver entre las manos del encargado de lavar el cuerpo de los que mueren. Algunos maestros sufíes efectúan una cuádruple distinción en la muerte iniciática. La muerte ‘roja’ corresponde al combate contra los impulsos egoístas; la muerte ‘blanca’, al ayuno, que es la vía por excelencia de la disciplina interior; la muerte ‘verde’ sobreviene cuando el derviche se cubre con la muraqqa’a, el manto remendado de algunas turuq sufíes, símbolo del total desasimiento; y la muerte ‘negra’, que consiste en ver a Dios en todo cuanto existe y es. El presente hadîz alude a la muerte, pero habla de la vida. Y es que sólo podemos conocer la vida después de haber conocido la muerte. Hemos de morir a lo conocido para penetrar en el misterio de lo desconocido. El camino interior, cuando es de verdad y no un mero entretenimiento, nos exige morir voluntariamente. Sólo así podemos avistar lo nuevo, que es una senda jamás antes transitada, desconocida para nuestro ego. Halil Bárcena

domingo, 11 de septiembre de 2011

Cuaderno 'Black'


Buen comienzo 'black'


Halil Bárcena




Tras una vistosa ceremonia de inauguración (que contó con la presencia del gran Jonah Lomu), celebrada en el Eden Park de Auckland, en Nueva Zelanda, el pasado viernes 9 de septiembre echó a andar la séptima edición de la Rugby World Cup, algo así como el mundial de rugby, que enfrenta a las veinte mejores selecciones nacionales del mundo. Y lo hizo con el test-match que midió frente a afrente a la selección anfitriona, nuestros admirados All Blacks, y sus rivales oceánicos de Tonga. Los Blacks, que persiguen romper con el maleficio en esta competición, que no ganan desde la primera edición en 1987, celebrada también en ‘el país de la larga nube blanca’, se impusieron cómodamente por un amplio resultado de 41 a 10. La amplia victoria conseguida, sin embargo, no oculta las deficiencias entrevistas (por ejemplo, la imprecisión en los pases en el primer tramo del choque); deficiencias que los hombres de negro deberán corregir en los partidos más exigentes, frente a Francia, sin ir más lejos, el próximo 24 de septiembre, en la tercera jornada, ya que antes, el viernes 16, habrán de enfrentarse al combinado nipón, uno de los conjuntos más flojos de la competición.

Los 'blacks' Israel Dagg, Richard Kahui, Jerome Kaino y Ma’a Nonu firmaron seis excelentes tries (Dagg y Kahui anotaron por partida doble), mientras que el resto de puntos llegó gracias a las conversiones y transformaciones de Daniel Carter y Colin Slade. Por parte de Tonga cabe destacar su único ensayo, que llegó tras un robo de balón del rocoso Alisona Taumalolo que dio paso a un ataque eterno de Tonga y a una defensa casi agónica de los ‘kiwis’, que tras más de un cuarto de hora conteniendo, casi en la línea de marca, la forma violenta de percutir del equipo de Tonga, no pudieron evitar el único y merecido ensayo de los visitantes, un monumento al tesón, obra del propio Alisona Taumalolo.


Para seguir el día a día de la 'Rugby World Cup', clikad aquí: http://www.irb.com/

Todas las novedades 'blacks' las podrás saber aquí: http://www.allblacks.com/

La hora catalana de todos los encuentros la puedes consultar aquí: http://www.rugbysitges.com

Y todas las relaciones entre sufismo y rugby las hallarás aquí, el único blog sufí catalán, donde se habla de rugby.

11-S: Diada catalana



11 de setembre de 2011


Diada Nacional de Catalunya







"... venim del nord, venim del sud, de terra endins, de mar enllà,
i no ens mena cap bandera que no es digui llibertat..."

viernes, 9 de septiembre de 2011

Símbolos: El número 27


El simbolismo del número 27



Halil Bárcena




El texto coránico afirma que a todos los pueblos se les ha enviado un profeta, a fin de señalar el camino de la luz, que es el de la plenitud de la vida (Corán 10, 48). Nadie que haya querido, sabido o podido, se ha quedado sin guía en la historia. Siempre han habido postes indicadores hacia la verdad. Por su parte, un hadîz refiere la cifra de 124.000 profetas enviados, cifra que no posee, ni la persigue, lógicamente, precisión matemática, sino que indica sólo multiplicidad. En el Corán aparecen citados por su nombre 27 profetas, Jesús entre ellos y, por supuesto, Muhammad, además de otros tres profetas más también de origen árabe: Sâlih, Hûd y Shu'ayb. El 27 es un número que posee un alto simbolismo en la espiritualidad islámica, ligado a la figura profética y al diálogo entre lo divino y lo humano. Dos de los acontecimientos nodales de la biografía del profeta Muhammad acaecen, justamente, en un 27: laylat al-qadr, 'la noche del destino', noche en la que se le revela el Corán al profeta Muhammad y que la tradición lo celebra el 27 del mes de ramadán; y laylat al-mi'rây, 'noche del vuelo nocturno', que simboliza la culminación de la experiencia mística por antonomasia del profeta Muhammad, en la que es ascendido (simbólicamente) a los cielos en presencia de la divinidad, y que la tradición islámica celebra el 27 del mes de rayab. Así pues, el simbolismo del número 27 tiene que ver con el diálogo constante entre cielo y tierra, entre lo de arriba y esto de aquí abajo, entre el hombre y la divinidad. El profeta o maestro espiritual, el sabio en una palabra, es un canal abierto, vaciado de sí mismo, a través del cual transita la palabra divina, en quien la vida se dice y muestra en toda su plenitud; y por eso mismo constituye un ejemplo y una guía para el resto.


Masûd, en el corazón



Con Masûd en el corazón



9 de septiembre de 2011


Décimo aniversario del asesinato de Ahmad Shâh Masûd.






"Si quieres beneficios, no huyas de tus clientes.
Si anhelas la luna, no te escondas de la noche.
Si deseas una rosa, no aborrezcas las espinas.
Si quieres amor, no te escondas de ti mismo".

(Mawlânâ Rûmî, m. 1273)

martes, 6 de septiembre de 2011

Alerta... ¡black!


Alerta... ¡black!



Halil Bárcena








"Los Blacks ganan a menudo [casi siempre, puntualizaría yo], pero algunas veces pierden". Con estas palabras animaba a sus pupilos Jean-Claude Skreda, entrenador de la selección francesa de rugby durante la Copa del Mundo de 1999. Y surtieron efecto, ya que los galos derrotaron a los Blacks contundentemente, en semifinales, un 30 de octubre, en el estadio londinense de Twickenham. Pues bien, nuevamente se han hecho realidad estos días del pasado mes de agosto, durante el Tri-Nations que enfrenta a los combiandos de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia. Tras un inicio fulgurante en suelo kiwi, derrotando con autoridad tanto a los Wallabies como a los Springbocks, la decepción llegó en los desplazamientos. El 21 de agosto, cayeron, en Port Elizabeth, por un sorprendente 18 a 5 frente a los sudafricanos, mientras que el 28 del mismo mes, jugándose el trofeo en el último test-match, naufragaron ante los Wallabies, por un más natural 25 a 20, tras haber desplegado un juego más aceptable, con algunos ensayos muy destacables (el del samoano Nonu fue excelso). Sin embargo, un despiste final en la zona de cobertura dio al traste con las aspiraciones blacks de alzarse de nuevo con el trofeo, que al final fue para los Wallabies. Hay que remontarse muy atrás para encontrar dos encuentros seguidos perdidos por los Blacks. Pero, el problema es que el mundial de rugby, que se celebra esta edición en Nueva Zelanda, justamente, comienza el viernes próximo, día 9 de septiembre, en el mítico Eden Park de Auckland. Y todas las alarmas rojas se han encendido en 'el país de la larga nube blanca'. Y es que los Blacks en Nueva Zelanda son més que un club. Ya que hacíamos referencia antes al mundial del 99, bueno es saber que el primer ministro del país dimitió entonces tras el fracaso de los Blacks. La prensa especializada kiwi achacaba estos días las dos derrotas consecutivas a las rotaciones llevadas a cabo por el entrenador black Graham Henry. Sea como fuere, lo cierto es que ahora toca jugar el mundial.... ¡y ganarlo!; algo que no se les da nada bien a los hombres de negro, curiosamente. Porque no es normal que la mejor selección de rugby del mundo sólo se haya alzado con dicho trofeo en una ocasión, la primera que se celebró en el año 1987, en Nueva Zelanda, justamente. Pero como reza la máxima black: 'impossible is nothing'. ¡Go Blacks, go NZ...!


Aquí pueden ver un breve resumen del último test-match disputado entre los Blacks y los Wallabies:


lunes, 5 de septiembre de 2011

Altair, la estrella pájaro


Altair, la estrella pájaro


Halil Bárcena








Los habitantes de la pequeña isla de Puluwat, un atolón coralino situado en el Pacífico occidental, son diestros en el arte de la navegación. De hecho, todos los habitantes de las islas del Pacífico (los polinesios, en particular) lo son. En Puluwat, navegan desde siempre guiándose por el lugar donde las estrellas aparecen en el horizonte, entre cada par de islas, puesto que los navegantes no llevan mapas a bordo ni tecnología alguna para orientarse. A nosotros, incapaces de interpretar los signos de la naturaleza, esto nos parece inverosímil, pero no para aquellos pueblos que consideran que la naturaleza es un libro susceptible de ser leído. Y es que nuestra soberbia occidental nos ha llevado a despreciar la sabiduría ancestral de las culturas ágrafas, sin darnos cuenta de nuestra ignorancia respecto a la naturaleza y cuanto en ella hay de belleza y conocimiento. Pero, volvamos a la isla de Puluwat y a las artes navegatorias de sus habitantes. Decía que sus navegantes se guían por las estrellas. Así, el curso hacia el este es marcado por la posición donde aparece la estrella Altair, que ellos denominan, no por casualidad, 'el pájaro grande'. Por ello, como bien recordaba José Antonio Marina (en las páginas de La Vanguardia), Thomas Gladwin, que estudió este modo de navegar, tituló su libro El este es un gran pájaro (East is a big bird. Navigation and Logic on Puluwat Atoll, en el original inglés de 1970).


Con todo, lo fascinante del caso es que el nombre 'altair' proviene del árabe al-tâ'ir, que significa 'pájaro', debido a la silueta en forma de ave, justamente, de la estrella en cuestión. Altair es la estrella más brillante de la constelación de 'Aquila', 'El águila'. Los astrónomos árabes del pasado, que veían en la morfología de esta constelación una gran águila volando, la denominaron 'al-nars al-tâ'ir, de donde derivó el actual nombre de Altair. Hoy nos llama poderosamente la atención esa misma percepción, la de los navegantes de Puluwat y los astrónomos árabes, que supieron ver el vuelo magestuoso de un pájaro en una brillante constelación. Sin duda, sus ojos y su capacidad de ver no eran, no son los nuestros.

Lecturas recomendadas

  • Abbas Kiarostami, Compañero del viento (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2006).
  • José Antonio Antón Pacheco, Intersignos. Aspectos de Louis Massignon y Henry Corbin (Athenaica, 2015).
  • Khalili, Una asamblea de polillas (Mandala, 2012).
  • Masood Khalili, Los susurros de la guerra (Alianza, 2016).
  • Olga Fajardo (ed.), La experiencia contemplativa. En la mística, la filosofía y el arte (Kairós, 2017).
  • Seyed Ghahreman Safavi, Rumi's Spiritual Shi'ism (London Academy of Iranian Studies, 2008).
  • Shams de Tabriz, La quête du Joyau. Paroles inouïes de Shams, maître de Jalâl al-din Rûmi. Trad. Charles-Henry de Fouchécour (CERF, 2017).
  • Tom Cheetham, El mundo como icono. Henry Corbin ya la función angélica de los seres, (Atalanta, 2018).

¡Ah... min al-'Eshq!

"A nosotros que, sin copa ni vino,
estamos contentos.
A nosotros que, despreciados o alabados,
estamos contentos.
A nosotros nos preguntan: “¿En qué acabaréis?”.
A nosotros que, sin acabar en nada,
estamos contentos"

Mawlānā Ŷalāl al-Dīn Rūmī

¡... del movimiento a la quietud!

... de la palabra al silencio !!!

"Queda mucho por decir,
pero será Él quien te lo diga
para que lo entiendas, no yo"

Mawlânâ Yalâl al-Dîn Rûmî (m. 1273)