Las tabernas del rembetiko
Halil Bárcena
El rembetiko griego, también conocido como rebetiko, es la música de los llamados rebetes o mangues (¿tal vez equivalente griego del mangui castellano?), esto es, hombres y mujeres de los arrabales de Atenas y Tesalónica, principalmente, marginados por la sociedad bienpensante, y reunidos alredor de la triada formada por el buzuki, instrumento principal de dicho estilo musical, el hachís (tampoco falta el raki, suerte de anisado turco) y la marginalidad en todas sus formas. Se trata, pues, de la música popular de los turcos de origen griego emigrados (o bien expulsados) a Grecia, tras los sangrientos avatares acaecidos en el mediterráneo oriental y los Balcanes, durante el primer tramo del pasado siglo XX, que cristalizaron en el nacimiento de los modernos estados turco y griego, tal como los conocemos hoy en día.
Pero, más allá de las disputas políticas, derivadas del huracán nacionalista que asoló dicha región y el odio exlusivista consiguiente, el rembetiko constituye el eco de un poderoso vínculo entre Oriente y Occidente, que va más allá de lo estrictamente musical. El rembetiko es la forma de decir el amor que tienen los que nada tienen, salvo eso, el amor, un amor siempre volcánico e intempestivo. Su origen es preciso rastrearlo en tres repertorios distintos. En primer lugar, las canciones empleadas en los bailes rurales, primordialmente el zeybek; segundo, la canciones cantadas en los presidios; y, por último, las canciones interpretadas por formaciones de ascendencia turca para entretener a la clientela, un tanto marginal, que frecuenta los llamados cafés Aman, en los que suenan melodías de fuerte sabor oriental y gran carga emotiva, que la cantante, pues acostumbra a ser una mujer, subraya mediante la exclamación "¡Aman, aman!", que en turco signica algo así como "protección" e incluso "socorro". De hecho, el origen del término es árabe y ¡posee raigambre islámica!
Las letras del rembetiko, cantadas tanto en griego como en turco y a veces incluso en ambas lenguas mezcladas en una misma composición, hablan de nostalgias, fracasos y amores de puerto vividos al límite de lo imposible. Y es que para los rebetes todo es extremo, nada es a medias, ya sea en lo bueno como en lo malo. No hay tibieza que valga en su forma de vivir la vida. En las canciones de los rebetes resuenan el dolor del exilio, el romanticismo desquiciante de los puertos, el vagabundeo de los noctámbulos y sus miserables y fracasados amores. Por todo ello, me atrevería a decir que, salvando todas las distancias salvables, el rembetiko sabe bastante a tango mediterráneo.
Desde el punto de vista del sufismo, una de las cosas que más llama la atención es lugar en el que se despliega el rembetiko. A finales del siglo XIX y, sobre todo, el primer tramo del XX, los locales donde se fumaba hachís se conviertieron en uno de los espacios de ocio y relaciones sociales más solicitados de los suburbios de las principales ciudades griegas. En dichas tabernas, lo mismo se amaba que se cerraba un trapicheo. Pues bien, el nombre de las tabernas del rembetiko no es otro que tekké, palabra turca (también de ascendencia árabe) que significa, literalmente, lugar de encuentro sufí. Algunos lo traducen de forma excesiva por monasterio, pero ya se sabe que no existen monjes en el islam y que el derviche es todo menos un renunciante a la manera budista o cristiana.
Algo poseen en común los rebetes y los derviches, sobre todo los que cultivan actitudes malâmatíes, y no digamos ya los qalandares. Todos ellos están al margen tanto de las convenciones sociales como de las religiosas, como es el caso de los derviches, cuya espiritualiad más allá de las formas religiosas constituye todo un desafío al orden islámico establecido y su hipertrofia de lo jurídico y legal. Al mismo tiempo, rebetes y derviches cantan el dolor de la separación y el exilio, algo que no no puede curar sino el amor, un amor que, sin embargo, jamás es bálsamo ni edulcorante, sino las más de las veces erupción volcánica.
Para oír una pieza de rembetiko turco interpreteda por el neyzen Kudsi Erguner y su grupo, clikar aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=AOllmQxfXb4
Y aquí dos fragmentos del film Rembetiko (1983), del director Costas Ferris:
http://www.youtube.com/watch?v=XKEZamRLjVg&playnext=1&list=PLFE32C1F7777DF339&index=53
http://www.youtube.com/watch?v=Fxmrg4g-nbo&list=PLFE32C1F7777DF339&index=55&playnext=2