Al profesor Abu Zayd se le recordará dentro de la islamología por sus estudios en el ámbito de la hermenéutica del texto coránico, centrada en el ambito puramente lingüístico, práctica exegética esta con algunos precedentes históricos muy notables, como el caso del andalusí Ibn Hazm, pero, desgraciadamente, muy poco cultivada posteriormente. Y es que el peso del conservadurismo islámico, que parte de un concepto muy anquilosado e inamovible de revelación, ha lastrado toda posible investigación interpretativa. Como resume la arabista Luz Gómez García, Abu Zayd "defiende la contingencia histórica de toda interpretación y la esencia dialógica del texto [coránico]", lo cual, evidentemente, hace del Corán un discurso oral en el tiempo.
Abu Zayd fue un intelectual progresista que halló en la lectura abierta del Corán algunos de los que para él constituían los auténticos imperativos islámicos, como la igualdad en todos los ámbitos, la libre participación en la formación del gobierno o la libertad individual. Con todo, no podemos evitar decir que el pensamiento de Abu Zayd, como el de otros pensadores islámicos contemporáneos, puede resultar innovador en el contexto tan anquilosado del los estudios coránicos de ciertos ámbitos islámicos, pero aun así se queda muy corto. Abu Zayd, como otros, no deja de ser un creyente y, como tal, arranca su investigación sin apenas cuestionar puntos muy sensibles, como el ya antes mencionado de la revelación. Hoy, sólo desde la creencia puede sostenerse sin más la existencia de una entidad divina, que interviene en la historia y en la naturaleza, poseedora de un proyecto para toda la humanidad, contenido en un libro sagrado. Tampoco es suficiente hoy con adherir a tesis próximas a las de la teología cristiana de la liberación, u otras teologías progresistas, que, en la actualidad, saben a rancio. En otras cosas no, pero en eso los creyentes, ya sean conservadores o progresistas, se parecen más de lo que pudiera pensarse, puesto que ambos parten de unos supuestos intocables que interpretan, eso sí, de forma distinta.
Con todo, es indudable que el pensamiento del profesor Abu Zayd abrió caminos muy útiles, aunque insuficientes, esbozados en una vasta obra desconocida casi por completo en lengua castellana, a excepción del libro divulgativo El Corán y el futuro del islam (Herder, 2009).