Abû Nuwâs
1.
Son cuatro las cosas
Que hacen revivir
Corazón,
Alma
Y cuerpo:
El agua,
Los jardines,
El vino
Y un rostro bello.
2.
Hombres, ¡a mí qué
me importan
las espadas o los combates!
Yo sólo sigo a una estrella:
la del placer y la música.
En mí no confiéis,
pues soy de aquellos que rehuyen
encontronazos y embates.
Cuando veo el enemigo
salto sobre mi potrillo
con las riendas colocadas
por el lado de la cola.
No sé cómo es un arnés,
ni un broquel, ni un alfanje.
Todo mi afán es saber,
cuando sus guerras estallan,
por qué camino escapar.
Si de juergas se tratara,
de beber vino sin mácula
o de pasarme la noche
junto a vírgenes luciendo
sus vestidos de luto negro
me veríais con razón
como héroe de los árabes.
3.
Veo en el vino
Una virtud
Que sólo encuentro
En el amigo.
Él es la rueda
Que desde antiguo
Hacer rodar
Goce y placer
Como el molino.
4.
Me he desprendido
de mi ignorancia
Vendiéndola al
mejor postor
Para poder ir con
la cabeza alta
Y mostrar la cara
sin máscaras.
El Califa me ha
prohibido
Que me libre a las
pasiones
Y lo tendré que
obedecer.
He tenido que
dejar, por sus reproches, todo goce
Pues siempre
llegan a sus oídos las infracciones.
Me senté al lado
de un copero amigo
Sediento en la
flor de la juventud,
Satisfaciéndome
sin vino
Que se combate hoy
Como se servía
ayer.
Abû Nuwâs, Cantar
al vino, Madrid, Cátedra, 2010
Abû Nuwâs al-Hasan Ibn Hâni' al-Hakamî, conocido por Abû Nuwâs (Ahvaz, Irán, entre el 747 y
el 762-Bagdad, 816), está considerado uno de los mayores poetas árabes
clásicos, conocido por su poesía de temática báquica, satírica y erótica homosexual. Su lengua materna fue el persa, por lo que se arabizó conviviendo con
tribus árabes nómadas y aprendiendo el Corán y la poesía árabe preislámica. Sin
embargo, acabó por rebelarse contra esta inmersión cultural beduina y su forma
de vida que consideraba conservadora y ruda en contraposición con la vida
disoluta, placentera y ciudadana de la que luego disfrutaría en Bagdad. A pesar del aprecio en que le tuvieron los soberanos abbasíes, pasó varias
temporadas en la cárcel como consecuencia de su vida libertina y de su afición
al vino. Fue el primer poeta
que liberó a la poesía árabe del peso tradicional que venía marcando la poesía
típica beduina, más arcaica y complicada en formas y vocablos. El resultado de
su obra es una poesía renovadora, moderna y libre que rompe con los temas
clásicos; en ella el poeta declara públicamente su conducta libertina, con
dulzura, ironía y sin ánimo de indulgencia, así como su desobediencia política
y religiosa. Abu Nuwás se convirtió en personaje literario al protagonizar
varias historias de Las mil y una noches, donde aparece
inmortalizado como un personaje ingenioso y excéntrico. Cuenta la tradición que
en el momento de su muerte declaró ‘mis pecados son
grandes, pero cuando los comparo con tu perdón, Dios mío, veo que éste es aún
más grande’.
(Sección coordinada por Pepa Torras i Virgili)