Halil Bárcena, "Perlas sufíes. Saber y sabor de Mawlânâ Rûmî" (Herder, 2015).

«Es verdad que jamás un amante busca a su amado sin haber sido buscado antes por éste» (Mawlânâ Rûmî, Maznawî III, 4393. Traducción: Halil Bárcena).

¡... Eyval·lah ...!

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Amigas y amigos, salâms:

Bienvenidos al blog del "Institut d'Estudis Sufís" de Barcelona (Catalunya - España), un centro catalán e independiente, dedicado al estudio de la obra del sabio sufí Mawlânâ Rûmî (1207-1273) y el cultivo del sufismo mevleví por él inspirado, en nuestro ámbito cultural.

Aquí hallarán información puntual acerca de las actividades públicas (¡... las privadas son privadas!) que periódicamente realiza nuestro instituto. Dichas actividades públicas están abiertas a todo el mundo, ya que nadie ha encendido una luz para ocultarla bajo la cama, pero se reserva siempre el derecho de admisión, porque las perlas no están hechas para los cerdos.

Así mismo, hallarán en el blog diferentes textos y propuestas relacionados con el islam, el sufismo y la sabiduría tradicional. Es importante saber que nuestra propuesta sufí está enraizada en la sabiduría coránica y la
sunna muhammadiana, porque el sufismo es el corazón del islam, pero el islam es el corazón del sufismo.

El blog está pensado como una herramienta de trabajo para todos aquéllos que tienen un sincero interés por Mawlânâ Rûmî, en particular, y la senda del sufismo islámico, en general. Por ello, sus contenidos se renuevan puntualmente. Si se suscriben al blog podrán recibir información puntual sobre todas las novedades que se produzcan.

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Halil Bárcena

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lunes, 1 de agosto de 2011

Símbolos: "La luz negra"

La luz negra



Halil Bárcena






El negro es uno de los ocho colores elementales. Según los antropólogos, fue el primer color que pudo distinguir el hombre; el segundo fue el rojo. El negro exige que no exista ninguno de los tres colores primarios: rojo, verde y azul. Por consiguiente, constituye un símbolo perfecto de la extinción. Al mismo tiempo, el negro significa ausencia de luz, a diferencia del blanco, que es luz, justamente, además de la combinación de todos los colores existentes menos el negro. Así pues, el color negro puede simbolizar lo más bajo, la ceguera o carencia de visión. Al hilo de dicha naturaleza ambivalente del color negro, en la tradición espiritual sufí se ha desarrollado un doble simbolismo de dicho color. Por un lado, el negro constituye el color supremo y como tal simboliza la unión amorosa; por otro, es el color de la naturaleza egoica del hombre y lo que ello comporta de distorsión de la realidad, a causa de la falta de visión real. Pero, veamos a continuación algún ejemplo de dicho simbolismo doble.

Mahmûd Shabestârî (m. 1339), uno de los grandes nombres de la gnosis mística persa, en quien confluyen, según el Dr. Javâd Nurbakhsh, el sufismo cognoscente de la escuela de Ibn 'Arabî con el sufismo amoroso de Mawlânâ Rûmî, escribe en su célebre Golshân-e râz, El jardín del misterio en persa: "El color negro, si comprendes, es luz de la pura Ipseidad [huwiyya]. En el interior de esta tiniebla, está el Agua de la Vida". El negro, pues, simboliza la esencia misma de la divinidad, a la que los sufíes se refieren mediante la palabra árabe 'Hû', pronombre de tercera persona que significa 'Él'. Y la luz negra que emana de 'Hû' no puede ser vista, porque es, precisamente, lo que hace ver; o como diría Henry Corbin, no puede ser objeto, porque es sujeto absoluto. Y, aunque parezca paradójico, es una luz, la que emana del negro, la de la ipseidad divina, que deslumbra, excluyendo el dualismo que supone el conocimiento basado en un sujeto que conoce y un objeto conocido, o lo que ve y es visto. La luz negra, que es luz que hace ver, excluye dicha correlación. Dicha luz negra es la luz de la pura esencia en su en-sí, es decir, en su propia ocultación, a la cual sólo es posible acceder reabsorbiéndose en la divinidad, eso que los sufíes denominan fanâ fî-l·lâh. Así las cosas, se entiende que Shabestârî recomiende lo siguiente: "Renuncia a ver, pues aquí no es de ver de lo que se trata". Por supuesto, lo que el autor pretende mostrarnos con dichas palabras, que para nada contradicen las exhorataciones a despertar y ver de otros maestros sufíes, es que no puede haber conocimiento del ser divino que valga que no sea experiencia teofánica, la cual sólo puede encarnarse si uno se adentra en lo que los sufíes persas designan como el séptimo valle, que es el de la luz negra.

Pero existe otro simbolismo del color negro, complementario del anterior, como ya hemos anticipado. En efecto, en el sufismo del místico persa Najmuddín Kobrâ (m. 1220), por ejemplo, aunque no es el único, el negro simboliza el plano inferior del ser humano, su naturaleza egoica o 'yo imperativo', nafs ammâra en el lenguaje técnico de los sufíes extraído del Corán. El color negro corresponde al yo inferior del ser humano; es la tiniebla, caracterizada por la ausencia total de luz, la sombra que proyecta su ego y que cubre su espíritu como una nube de ignorancia.

De todo lo expuesto nace el gusto de ciertos sufíes persas por llevar prendas de color negro (siyâh). Vestirse de negro significa haber salido victorioso del combate (muyâhada) contra la naturaleza egoica del ser humano. Quien viste de negro ha silenciado su ego (fanâ), permaneciendo a cada instante en la presencia de lo único realmente real (baqâ), que es Él. En definitiva, la negra vestimenta del derviche muestra el luto por la muerte de lo inexistente. Y es que lo que nunca fue se apaga, y subsiste lo que nunca ha dejado de ser.


Lecturas recomendadas

  • Abbas Kiarostami, Compañero del viento (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2006).
  • José Antonio Antón Pacheco, Intersignos. Aspectos de Louis Massignon y Henry Corbin (Athenaica, 2015).
  • Khalili, Una asamblea de polillas (Mandala, 2012).
  • Masood Khalili, Los susurros de la guerra (Alianza, 2016).
  • Olga Fajardo (ed.), La experiencia contemplativa. En la mística, la filosofía y el arte (Kairós, 2017).
  • Seyed Ghahreman Safavi, Rumi's Spiritual Shi'ism (London Academy of Iranian Studies, 2008).
  • Shams de Tabriz, La quête du Joyau. Paroles inouïes de Shams, maître de Jalâl al-din Rûmi. Trad. Charles-Henry de Fouchécour (CERF, 2017).
  • Tom Cheetham, El mundo como icono. Henry Corbin ya la función angélica de los seres, (Atalanta, 2018).

¡Ah... min al-'Eshq!

"A nosotros que, sin copa ni vino,
estamos contentos.
A nosotros que, despreciados o alabados,
estamos contentos.
A nosotros nos preguntan: “¿En qué acabaréis?”.
A nosotros que, sin acabar en nada,
estamos contentos"

Mawlānā Ŷalāl al-Dīn Rūmī

¡... del movimiento a la quietud!

... de la palabra al silencio !!!

"Queda mucho por decir,
pero será Él quien te lo diga
para que lo entiendas, no yo"

Mawlânâ Yalâl al-Dîn Rûmî (m. 1273)