"Si quieres la luna,
no te escondas de la noche.
Si quieres una rosa,
no huyas de las espinas.
Si quieres amor,
no te escondas de ti mismo"
Mawlânâ Rûmî (m. 1273)
Comentario:
Hay quien sólo presta atención a lo que quiere oír; quien únicamente ve lo que desea ver. Hay quien afirma querer participar en el combate interior del sufí o jihâd, pero en cambio rehuye timorato las heridas y sus consecuencias, las cicatrices, que lo marcan a uno de por vida. Hay quien sólo acepta la ayuda que reclaman sus deseos, y éstos, ya se sabe, siempre son volubles y caprichosos. Hay quien quiere rosas, pero huye despavorido de las espinas; quien anhela la luna, pero se esconde temeroso de la noche. No seas tú de esos que corren de aquí para allá a merced de los antojos de sus egos, ni tampoco te apesadumbres por ellos. El derviche no se aflige jamás ni por los vivos ni por los muertos. Halil Bárcena