Halil Bárcena, "Perlas sufíes. Saber y sabor de Mawlânâ Rûmî" (Herder, 2015).

«Es verdad que jamás un amante busca a su amado sin haber sido buscado antes por éste» (Mawlânâ Rûmî, Maznawî III, 4393. Traducción: Halil Bárcena).

¡... Eyval·lah ...!

AVISO PARA NAVEGANTES

Amigas y amigos, salâms:

Bienvenidos al blog del "Institut d'Estudis Sufís" de Barcelona (Catalunya - España), un centro catalán e independiente, dedicado al estudio de la obra del sabio sufí Mawlânâ Rûmî (1207-1273) y el cultivo del sufismo mevleví por él inspirado, en nuestro ámbito cultural.

Aquí hallarán información puntual acerca de las actividades públicas (¡... las privadas son privadas!) que periódicamente realiza nuestro instituto. Dichas actividades públicas están abiertas a todo el mundo, ya que nadie ha encendido una luz para ocultarla bajo la cama, pero se reserva siempre el derecho de admisión, porque las perlas no están hechas para los cerdos.

Así mismo, hallarán en el blog diferentes textos y propuestas relacionados con el islam, el sufismo y la sabiduría tradicional. Es importante saber que nuestra propuesta sufí está enraizada en la sabiduría coránica y la
sunna muhammadiana, porque el sufismo es el corazón del islam, pero el islam es el corazón del sufismo.

El blog está pensado como una herramienta de trabajo para todos aquéllos que tienen un sincero interés por Mawlânâ Rûmî, en particular, y la senda del sufismo islámico, en general. Por ello, sus contenidos se renuevan puntualmente. Si se suscriben al blog podrán recibir información puntual sobre todas las novedades que se produzcan.

Para cualquier tipo de consulta o información, no duden en ponerse en contacto con nosotros, a través de nuestra dirección de correo electrónico: sufismo786@yahoo.es

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Reciban un cordial saludo, sean quienes sean y lo que sean, estén donde estén, y muchas gracias por su visita. Huuu...!

Halil Bárcena

Director de l'IES

Yâ man Hû...!

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lunes, 22 de septiembre de 2008

Singapur


Lo primero que llama la atención de Singapur no es tanto su pujanza como urbe moderna, que también, sino la forma en que ésta ha sido administrada. Porque, que nadie se lleve a engaño, Singapur, la ciudad del león, que eso es lo que significa en sánscrito, no es una mega-urbe hecha a golpe de cemento y grúas, sino una ciudad inteligentemente diseñada para poder vivir bien en ella. Y eso el viajero desprejuiciado lo palpa a las primeras de cambio.


El desarrollo de esta pequeña ciudad-estado, que se independizó de Malasia, el año 1965, ha sido francamente espectacular. Singapur se ha convertido en el símbolo más palpable de la prosperidad del sudeste asiático. De hecho, se trata de uno de los mejores ejemplos de sociedad avanzada basada en el conocimiento y la innovación constante. Y es que el potencial creativo de Singapur en todos los ámbitos, desde la economía a la arquitectura, es bárbaro. Al igual que su vecina Malasia, Singapur, por ejemplo, ha dejado su impronta en el ámbito de la arquitectura moderna.

El milagro de Singapur sorprende al viajero, como sorprende que figure entre los diez países menos corruptos del mundo y que su esperanza de vida se coloque en los 81 años. Erigida como puerto franco en el siglo XIX, la población inicial de Singapur era de 150 pescadores malayos y un puñado de granjeros chinos. Hoy, supera los cuatro millones y medio de habitantes, que componen un fecundo mosaico étnico y cultural.



Porque Singapur es un país chino, pero también malayo, indio y hasta un poquito árabe. Singapur es budista, taoísta, hinduista, sij e islámico. El cristianismo, en cambio, jamás ha tenido especial arraigo, aunque menudeen las iglesias aquí y allá, fruto más bien del pasado colonial que de otra cosa. En Singapur, cuatro son las lenguas oficiales: chino, tamil, malayo e inglés. La mezcla de Singapur resulta estimulante y aguijoneadora, tanto como su gastronomía, por lo demás, exquisita, o la insultante juventud de su población.


Kampong Gelam, con su antiguo barrio árabe, es el corazón del Singapur islámico, en el que refulge la Mezquita del Sultán, de estilo malayo. El islam llegó a la región de la mano de los comerciantes y marineros del sur de la India, y ello se nota en el apacible perfil religioso de su población musulmana.

Little India no es sino eso, una dosis homeopática de India en el corazón de Singapur, con sus mezquitas, templos hinduistas y gurudwaras sijs. Y su espíritu comercial, algo tan típicamente indio como sus inclinaciones religiosas y espirituales. En Little India, por ejemplo, el añejo Mustafa Centre, muy distinto a los grandes shopping malls de la rutilante Orchard Road, es el único gran almacén comercial del país que permanece abierto las 24 horas del día.


Chinatown, por su lado, es la colorista ciudad china, con sus viejos templos taoístas y las pagodas budistas. Hoy, las religiones chinas son predominantes tanto como la población. En realidad, los chinos de la ciudad acostumbran a practicar una suerte de mixtura de budismo, confucianismo y taoísmo. Me cuentan que el budismo les aporta elementos para el más allá. Del confucianismo extraen enseñanzas para el más aquí político y moral. Mientras que el taoísmo otorga ese toque animista que les une al universo todo.


Singapur es una ciudad-estado joven y trepidante, en la que, no obstante, aún es posible degustar el calmo arte de apreciar el té y todo el ceremonial que le rodea. Para ello, no hay más que perderse en una vieja casa de té china. Tal vez eso sea lo que más estimula de Singapur: la mezcla de modernidad bien construida y tradición no paralizante ni esclerotizada. Eso y que la gente sonría y vista de colores. Y es que siempre estamos a cuestas con lo mismo: cómo huir del gris que nos mata.

Halil Bárcena (agosto 2008)


Lecturas recomendadas

  • Abbas Kiarostami, Compañero del viento (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2006).
  • José Antonio Antón Pacheco, Intersignos. Aspectos de Louis Massignon y Henry Corbin (Athenaica, 2015).
  • Khalili, Una asamblea de polillas (Mandala, 2012).
  • Masood Khalili, Los susurros de la guerra (Alianza, 2016).
  • Olga Fajardo (ed.), La experiencia contemplativa. En la mística, la filosofía y el arte (Kairós, 2017).
  • Seyed Ghahreman Safavi, Rumi's Spiritual Shi'ism (London Academy of Iranian Studies, 2008).
  • Shams de Tabriz, La quête du Joyau. Paroles inouïes de Shams, maître de Jalâl al-din Rûmi. Trad. Charles-Henry de Fouchécour (CERF, 2017).
  • Tom Cheetham, El mundo como icono. Henry Corbin ya la función angélica de los seres, (Atalanta, 2018).

¡Ah... min al-'Eshq!

"A nosotros que, sin copa ni vino,
estamos contentos.
A nosotros que, despreciados o alabados,
estamos contentos.
A nosotros nos preguntan: “¿En qué acabaréis?”.
A nosotros que, sin acabar en nada,
estamos contentos"

Mawlānā Ŷalāl al-Dīn Rūmī

¡... del movimiento a la quietud!

... de la palabra al silencio !!!

"Queda mucho por decir,
pero será Él quien te lo diga
para que lo entiendas, no yo"

Mawlânâ Yalâl al-Dîn Rûmî (m. 1273)