Neyzen Tevfik,
el derviche rebelde
Nesrin Cân
En este mundo, hay dos tipos de personas. Unos obran tratando de agradar a los demás y buscando su elogio. Los otros actúan libremente, sin esperar nada a cambio, sabiendo que toda alabanza viene de Él (Dios), como afirman los derviches. Este segundo tipo de personas son conscientes de sus carencias y de su pobreza. Éstos saben bien que su existencia vive a resguardo en su pobreza o inexistencia. Dicho de otro modo, que su pobreza eterna es su riqueza; no poseer nada es lo que tienen; no ser nada es lo que son. No cabe duda que Neyzen Tevfik, singular intérprete turco de ney, la flauta derviche de caña, pertenecía al segundo tipo de personas. De ahí, su espíritu libre y rebelde, al margen de las convenciones sociales. Aunque siempre sufrió enormes problemas económicos, jamás se le pasó por la cabeza servirse de un instrumento musical tan espiritual como el ney para aliviar sus penurias materiales. Sólo lo tocaba cuando así se lo dictaba su corazón, muchas veces incluso sin obedecer las estrictas leyes de la música clásica turca. Con todo, sus interpretaciones rebosaban siempre de una enorme sensibilidad, y su sinceridad a la hora de tocar provocaba el lloro de sus emocionados oyentes. Los siguientes versos reflejan bien el carácter libre y rebelde de Neyzen Tevfik, tan característico de muchos derviches:
"A quienes me ven lejos de Él por no cumplir con las oraciones
no les cabe ni en sueños mi mezquita y mi fe.
Ésos sólo buscan a Dios cinco veces al día.
Yo, en cambio, te aseguro que estoy siempre con Él".
Neyzen Tevfik nació en Bodrum, un pueblo de pescadores del Egeo, el año 1879. A causa del trabajo de su padre, vivió en diferentes ciudades costeras del mar Egeo. Fue entonces cuando se familiarizó con el ney. Durante un tiempo, tomó algunas clases con un neyzen amateur, pero Neyzen Tevfik fue fundamentalmente un autodidacta. Empezó sus estudios básicos en el colegio de Esmirna, que abandonaría más tarde, sin haberlos acabado. Su temprana pasión por el ney, instrumento tan ligado a Mawlânâ Rûmî y los derviches mevlevíes, le llevó a ingresar en el 'mevlevihané' de Esmirna, comenzándo entonces también sus estudios de árabe y persa. Al cabo de un tiempo, y dado su creciente interés por el ney y su entorno espiritual, decidió mudarse a Estambul, por aquel entonces centro indiscutible de la cultura y la espiritualidad mevlevíes. Durante una temporada participó en los 'mevlevihanés' de Galata y Kasımpaşa, pero el año 1902 decidió iniciarse como derviche bektashí, una corriente del sufismo turco caracterizada por su heterodoxia doctrinal y sus inclinaciones shiíes. Además de ser reconocido como intérprete de ney, Neyzen Tevfik también alcanzó una cierta notoriedad entre el público culto como poeta de talante rebelde y muy crítico con la clase política y aún más con los religiosos y la asfixiante presión social que ejercían. Sin embargo, al usar una lengua culta y en cierto modo arcaizante, sus poemas no llegaron a mucha gente. Uno de los temas poéticos preferidos por Neyzen Tevfik es la crítica feroz a los creyentes hipócritas, a quienes consisdera musulmanes sólo de apariencia, pero cuyo corazón está alejado del islam. El poema que sigue es un buen ejemplo:
"La intención de peregrinar a la Ka’aba es llegar al Amado.
No adores como un ciego una mera pared negra.
Si lo que buscas es a Jâdir (1), búscalo en tu interior
y no montes un drama por no encontrarlo".
Neyzen Tevfik decía de sí mismo que él era nada, llegándolo a mostrar públicamente colgándose del cuello un cartel, como puede apreciarse en la fotografía precedente, en el que podía leerse la palabra persa 'hich', que, justamente, significa 'nada'. Los últimos años de su vida se los pasó en un hospital psiquiátrico de Estambul. Tenía serios problemas con el alcohol y sufría ataques de epilepsia. A propósito de su alcoholismo se cuenta la siguiente anécdota. Un día, en una conferencia el conferenciante preguntó al público asistente: "Si ponemos encima de un burro agua y rakı (2), ¿cuál de las dos bebidas eligiría?". Todos los asistentes se decantaron por el agua. Cuando el ponente les interrogó acerca de la razón de su respuesta, Neyzen Tevfik alzó la voz y contesto: "Prefirió el agua al rakı, porque era un burro".
Neyzen Tevfik murió en Estambul el año 1953. Antes de abandonar para siempre este mundo, nos dejó los siguientes versos:
"No pienses que el sufrimiento no tiene fin,
este mundo también acabará un día".
En su tumba puede leerse el siguiente epitafio:
"No juzgues mirando sólo las apariencias.
Ven y contempla el interior, vuelto siempre hacia Él.
¿Qué importa si ves que en todo momento el neyzen (3) está borracho?
Mira, en la taberna él construye la Ka’aba".
Para oír tocar el ney a Neyzen Tevfik, clikad aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=c7ZdTKGhmYE&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=bKXfLCzbptY&feature=related
Notas:
(1) Nombre de un profeta que aparece insinuado en el Corán. En el sufismo, es el maestro invisible de los que no poseen maestro físico. La gente lo invoca en situaciones difíciles.
(2) Bebida alcohólica de sabor anisado, típicamente turca.
(3) Intérprete de ney. El autor juega aquí con su propio nombre.
Nesrin Cân, de origen turco, es licenciada en lengua y literatura españolas.