Andaré este camino*
Andaré este largo camino, este camino tan largo, hasta el final,
hasta el final del corazón, andaré este camino largo, largo, largo...
Nada tengo que perder sino el polvo y lo que está muerto en mi.
La hilera de palmeras indica lo que está ausente.
Cruzaré la hilera de palmeras. ¿Necesita la herida a su poeta
para dibujar una granada a la ausencia?
Os construiré sobre el techo del relincho
treinta ventanas para la metáfora. Saldréis de un éxodo para entrar en otro.
Se estreche o no la tierra para nosotros, andaremos este largo camino
hasta el final del arco. Que nuestros pasos se tensen cual flechas.
¿Estamos aquí desde hace poco
y dentro de poco alcanzaremos la flecha del comienzo?
El viento gira en torno nuestro, gira, ¿qué dices?
Digo: Andaré este largo camino hasta mi final... hasta el final
* Menos rosas, Madrid: Hiperión, 2006
Sombría será la noche...
Sombría será la noche... escasas las rosas.
El camino se dividirá más de lo que hemos visto, una llanura se partirá,
una pendiente se derrumbará sobre nosotros, una herida nos caerá encima,
nuestra gente nos abandonará,
el muerto matará en nosotros al muerto para olvidar los ojos del muerto...
Y consolarse.
Sabremos más de lo que hemos sabido. Iremos de abismo en abismo,
impulsados por una idea que las tribus adoraron y luego quemaron sobre la carne de
sus adeptos cuando éstos disminuyeron.
Veremos entre nosotros emperadores que grabarán sus nombres en el trigo para guiarnos.
¿No hemos cambiado? Hombres que degüellan según la ley de su puñal,
arena para que crezca la arena,
mujeres según la ley de sus muslos, sombra para que disminuya la sombra...
Pero yo seguiré el curso del canto, aunque escaseen mis rosas.
Sección coordinada por Pepa Torras Virgili