Adiós a Alí Akbar Jan
Alí Akbar Jan inició sus estudios musicales muy temprano, a los tres años de edad, concentrándose en el sarod, una suerte de laúd indio de 25 cuerdas, y el canto. Durante más de veinte años siguió una dura disciplina de estudio, con casi dieciocho horas de práctica diarias, tras lo cual fue reconocido por su padre, un hombre muy severo y exigente, como ustad o maestro, que es como se reconoce a los grandes músicos musulmanes en India.
Antes de alcanzar la fama, Alí Akbar Jan trabajó durante siete años como músico principal en la corte del marajá de la ciudad rajastaní de Jodhpur. Tras la partición de India en 1948, decidió instalarse en Mumbay, La Meca del cine indio, donde se dedicó a componer música para películas, algo que disgustó a su padre.
Tras trabar amistad con Menuhin, en una visita de éste a India, el año 1955 ofreció un concierto memorable en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, que le abriría las puertas de Occidente, convirtiéndole en uno de los máximos embajadores de la música clásica del norte de India, junto a su cuñado, el virtuoso del sitar Ravi Shankar, con quien participó, el año 1971, en el mítico concierto a favor de Bangladesh, organizado por el beatle George Harrison.
Alí Akbar Jan, que compuso la banda sonora del film "El pequeño Buda", de Bernardo Bertolucci (1993), falleció la semana pasada en San Anselmo, en California, donde había trasladado su residencia en los años setenta del siglo pasado y donde estaba radicada su famosa escuela de música india.
Poco antes de morir, su padre, que rondaba entonces los cien años de edad, dijo de él: "Estoy tan contento con tu trabajo en la música que voy a hacer algo muy raro: como tu gurú y tu padre te voy a dar un título, el de swara samrat (emperador de la melodía)". Alí Akbar Jan, el gran emperador musulmán de la melodía, fue uno de los más insignes representantes de la gran aportación islámica al enriquecimiento del legado musical clásico del norte de India. Halil Bárcena