¡Quítate las sandalias!
Halil Bárcena
El verdadero buscador espiritual no persigue seguridades: ni dogmas que le blinden la razón, ni prácticas que le hagan sentirse que realiza algo importante, ni gurús iluminados (o a medio iluminar) que le dicten qué hacer, ni una agrupación que le ofrezca calor grupal. Dice Mawlānā Rūmī: "¡Oh, buscador de seguridad! Eres débil!" (Maznawī II, 1375).