Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.
Porque tenemos trabajo en nuestra tierra y aquí tenemos el pasado,
la voz inicial de la vida, y tenemos el presente y el futuro.
Aquí tenemos esta vida y la otra. Marchaos de nuestra tierra,
de nuestro suelo, de nuestro mar, de nuestro trigo, de nuestra sal,
Marchaos, pasajeros entre palabras fugaces,
para que nosotros cuidemos las rosas de los mártires