martes, 20 de noviembre de 2012

¿Mística sufí?


¿Es el sufismo una mística?

Halil Bárcena



A menudo se define a los sufíes como los místicos del islam, algo no del todo cierto. Y es que existen en el islam místicas que no son estrictamente sufíes, a pesar de que todas ellas guarden entre sí algunas afinidades doctrinales y hasta un cierto parentesco dinástico. Por otro lado, hay quien considera inadecuado el término mística para referirse a los espirituales sufíes, aduciendo el carácter pasivo que toda mística comporta y su carga afectiva. Y es que el sufismo es una senda de Conocimiento; Conocimiento que cuando es con mayúsculas deviene sabiduría.   

Sea como fuere, aquí tomaremos prestada la expresión que Raimon Panikkar utiliza para definir la mística, en tanto que ‘experiencia plena de la vida’, dado que, más allá de otras consideraciones, nos parece muy adecuada para caracterizar al sufí. Así pues, el espiritual sufí actualiza, mejor aún, realiza (esto es, convierte en real) todas las infinitas posibilidades del vivir humano. Con otras palabras, el sufí encarna la plenitud humana, que de tan plena y tan humana que es deviene casi (o sin casi) divina. Decía Aristóteles que existe en el interior de todo ser humano un chispazo divino; chispazo divino que es lo que, justamente, hace que el hombre sea plenamente humano. Insân al-kâmil, el hombre completo, universal, cósmico, sin recortes, lo llaman los espirituales sufíes. Mística, pues, como experiencia plena de la vida. Y es que la mística no es una especialidad que se pueda aislar de la vida; la mística es la vida, pero la vida, insistimos, en plenitud.  

Pero siempre son los poetas los que saben decirlo todo mejor. Halil Gibrán, el poeta y pintor libanés de Bicharri decía que “en la voluntad del hombre reside un poder de anhelar lo que transforma su niebla interior en un sol”. Tal vez ahí resida, justamente, el impulso del místico y la razón de ser de la experiencia mística.

Podríamos dar un paso más añadiendo a la definición, breve pero elocuente, de Raimon Panikkar unas palabras del filósofo iraní Seyyed Hossein Nasr, que define lo místico (él dice exactamente lo espiritual, para el caso es lo mismo) como lo que tiene que ver con las “cuestiones que realmente son fundamentales y vitales”. En resumen, para el ser humano lo espiritual (¡lo místico!) es vital; sin espíritu el ser humano languidece, se muere, porque no sólo de pan vive el hombre.