Halil Bárcena
Era un test-match importante el que enfrentaba, en la madrugada del pasado domingo 30 de septiembre, en La Plata, a los Pumas de Argentina y los All Blacks de Nueva Zelanda. Si ganaba, el quince kiwi se alzaba con el torneo The Rugby Championship, la nueva versión del Tri-Nations, tras la incorporación del combinado argentino. Y los Blacks no fallaron. No solo eso, sino que resolvieron sin contemplaciones, por un contundente 15 a 54, con siete ensayos por parte black, tres de ellos del ala Cory Jane. Demostraron los Blacks una enorme concentración y un gran sentido de la responsabilidad, que ya se vio en la misma ejecución de la haka maorí 'Kapa O Pango', toda una declaración de intenciones. Frente a unos aguerridos Pumas, que a punto estuvieron de darles un susto a sudafricanos y australianos, los hombres de negro exhibieron todo su poderío y saber rugbístico, de principio a fin, aunque comenzaron anotando los argentinos, algo a la postre anecdótico, pues a la media parte ya vencían los del helecho plateado 8 a 32. En resumen, Richie McCaw, el capitán black que el año próximo se cogerá un año sabático, alzó un trofeo, el onceavo en total, que coloca a los All Blacks como señores del rugby del hemisferio sur y, en definitiva, mundial. Como único apunte negativo del test-match, hemos de censurar los silbidos de gran parte de la afición argentina en el momento que los Blacks ejecutaban la haka. Alguien les habría de advertir a los advenedizos al mundo del oval que el rugby, deporte de caballeros, nadie tiene que ver con el fútbol, deporte de rufianes.
En fin, en los próximos meses los del helecho plateado recuperarán la clásica gira de otoño por tierras europeas, interrumpida el año pasado tras la consecución del mundial, para medirse a las mejores escuadras del norte; una nueva oportunidad de ver a los All Blacks de cerca, algo único.