El lugar de cada uno

Un aspirante a derviche interrogó a su maestro en estos términos:
- Se dice que en el mundo cada cosa posee su sitio. Y que también cada hombre tiene su lugar. Entonces, ¿por qué la gente vive tan apretada?
El maestro contestó:
- Porque todos quieren ocupar el lugar de otro.
Saber qué es y quién es. He ahí cuanto conoce el derviche. Y sólo quien sabe qué es y quién es, es capaz de ocupar su sitio, sin depredar al otro ni reclamar lo que no le pertenece. Quien sabe qué es y quién es permanece en un centro firme, pero no rígido sino dúctil y flexibe, abierto a todos y permeable a cuanto sucede.
Halil Bárcena