"Si vuelvo mi rostro a la Ka'aba es por amor a ti.
Por lo demás estoy libre de la oración y de la Ka'aba"
Mawlânâ Rûmî (m. 1273)

Comentario:
La senda espiritual no puede estar condicionada por ley religiosa alguna. El derviche debe romper con las concepciones de la trascendencia como exterioridad, y la observancia de una ley, por muy revelada que se diga que es, implica siempre dicha exterioridad. Zambullirse en el mar de la espiritualidad no puede estar condicionado por el cumplimiento de nada que ate o cosifique, ya tenga que ver con maneras concretas de vestir o con ciertas prohibiciones alimentarias o con la imposición de una forma precisa de oración. El camino espiritual, que no es sino el cultivo de la cualidad humana profunda, no pasa por el acatamiento de nada de eso. Hollar la senda sufí no debe implicar de ninguna manera el sometimiento previo a ninguna ley religiosa externa. El único compromiso del derviche ha de ser con la verdad, esa y no otra es su verdadera Ka'aba. Lo que durante tiempo hemos dado en llamar lo sagrado está más allá del número, de la cantidad, pero también de cualquier atadura legalitaria, porque, al fin y al cabo, es la vida misma en la plenitud de sus dimensiones. El camino sufí es una andadura más allá de las formas que persigue, justamente, lo sin-forma. Y lo sin-forma es, por definición, inaferrable, pura libertad pura. Halil Bárcena