jueves, 3 de julio de 2008

De la danza derviche


"Danza solamente cuando estés vaciado de ti mismo, cuando estés liberado del imperio del ego"


Mawlânâ Rûmî (m. 1273)







Comentario:

La danza circular del derviche o muqâbala en modo alguno es una danza extática. El derviche no danza para obtener nada, pues ya lo tiene todo. No persigue éxtasis alguno en su girar vertiginoso sobre sí mismo, ni estados especiales, ni alterar su consciencia, ni trance alguno, ni nada de nada. En la danza del derviche se produce una verdadera inversión de los términos, puesto que el éxtasis es más efecto que causa. No es la danza la que produce el estado interior del alma, sino el estado interior del alma el que poduce la danza. En otras palabras, el éxtasis es previo a la danza y no consecuencia de ésta. Se danza para celebrar y mostrar, sin perseguir o anhelar nada a cambio. Nadie que no esté previamente vaciado de sí mismo, liberado de la tiranía de un ego que busca insaciable devorar experiencias de todo tipo, puede danzar a la manera sufí. El derviche danza desde el no ser. De ahí que lo primero que el aspirante aprende es cómo comenzar a no moverse desde la centralidad centrada, a buscar sobre la no-acción la esencia inmóvil del movimiento. Halil Bárcena