lunes, 10 de abril de 2023

La batalla de Badr

La batalla de Badr

Halil Bárcena

El 17 del Mes de Ramaḍān (8 de abril de la era común), día en el que recordamos un acontecimiento crucial: la batalla de Badr, que se conoce en la historia del islam como Yawm al-Furqan (يوم الفرقان), el "Día del criterio distintivo", esto es, la capacidad de distinguir entre la luz y la oscuridad, lo correcto y lo errado, el bien y el mal. Furqān, como bien saben, es otro de los nombres del Corán. Decía Mawlānā Rūmī (r.a.a.) que todo en el dīn es tamyīz (que ha dado en castellano tamiz), un sinónimo de furqān. ¿Acaso la maduración en la vida no es agudizar la capacidad de tamizar, es decir, de distinguir entre el grano y la paja?

Se dice que antes de la batalla, el Profeta (s.a.s.) pasó toda la noche en oración y súplica. ¡Cuántas vicisitudes tuvo que afrontar! ¡Cuánta necedad tuvo que soportar y combatir! Y es que en la vida ¡tenemos que librar tantas batallas!

En el momento de la Batalla de Badr, que tuvo lugar en el 624, dos años después de la hiğra, el Profeta (s.a.s.) recibió una revelación que prometía la ayuda de Dios: "Cuando pedisteis auxilio a vuestro Señor y os respondió que os ayudaría con mil ángeles en turnos sucesivos” (Corán 8, 9). Los musulmanes salieron victoriosos de la contienda.