El sufismo y la integración del hombre
Seyyed Hossein Nasr
El islam es la religión de la unidad (tawhîd) y todos los verdaderos aspectos de la doctrina y la práctica islámicas reflejan este principio central y cardinal. La misma Sharî'a es una vasta red de preceptos y reglamentaciones que relacionan interiormente el mundo de la multiplicidad con un solo Centro que recíprocamente queda reflejado en la multiplicidad de la circunferencia. Del mismo modo, el arte islámico busca siempre relacionar la multiplicidad de las formas, contornos y colores a lo Uno, al Centro y al Origen, reflejando con ello a su manera el tawhîd en el mundo de las formas que le es propio.
Siendo el sufismo el tuétano del hueso o la dimensión interna de la revelación islámica, es también el medio por excelencia para alcanzar el tawhîd. Todos los musulmanes creen en la Unidad, como queda expresado en el sentido más universal posible por la shahâda, Lâ ilâha il·lâ Al·lâh. Pero sólo el sufí, el que ha descubierto los misterios del tawhîd, sabe qué significa tal aserción. Sólo él ve a Dios en todas partes.
De hecho todo el programa del sufismo, de la vía espiritual o tarîqa, es liberar al hombre de la prisión de la multiplicidad, curarlo de la hipocresía y rendirlo entero, porque sólo estando entero puede el hombre volverse santo. Los hombres confiesan un solo Dios pero realmente viven y actúan como si hubiera muchos dioses. Así adolecen del pecado cardinal de 'politeísmo' o shirk, de una hipocresía por la cual a un nivel profesan una cosa y a otra actúan según otra cosa. El sufismo busca desenmascarar a este shirk y curar con ello al alma de esta enfermedad mortal. Su propósito es rendir de nuevo al hombre, entero tal como estaba en el estado edénico. En otras palabras, la meta del sufismo es la integración del hombre en toda la profundidad y extensión de su existencia, en toda la amplitud que está incluida en la naturaleza del hombre universal (al-insân al-kâmil).
(Seyyed Hossein Nasr, Sufismo vivo. Ensayos sobre la dimensión esotérica del islam, Herder, Barcelona, 1985, pp. 50-51).