Símbolos
Seyyed Hossein Nasr
Otro elemento de permanencia en la relación del hombre con el universo es la manifestación de lo Absoluto en lo relativo bajo la forma de símbolos (rumûz) en el sentido tradicional de la palabra. El símbolo no está basado en reglas convencionales hechas por el hombre. Es un aspecto de la realidad ontológica de las cosas y como tal es independiente de la percepción que el hombre tiene de él. El símbolo es la revelación de un orden superior de realidad en otro inferior a través del cual el hombre puede ser reconducido al reino superior. Comprender los símbolos es aceptar la estructura jerárquica del universo y los estados múltiples del ser.
Durante ciertas fases del proceso histórico, símbolos a los que una religión revelada otorga (por la revelación misma) significación y poder especiales, pueden perder gradualmente su eficacia, ya sea parcialmente o por completo, como resultado del debilitamiento de la base espiritual de dicha religión, como puede observarse en el caso de los 'desmitificadores' de nuestros días. Pero los símbolos que existen en la naturaleza son permanentes e inmutables. Lo que el cielo significa simbólicamente, como por ejemplo la dimensión de transcendencia y el Trono Divino (al-'arsh), para usar la imagen islámica, es tan permanente como el propio cielo. Mientras el sol brille simbolizará el Intelecto universal; de forma parecida, el árbol con sus ramas extendidas seguirá siendo un símbolo de los múltiples estados del ser mientras los árboles crezcan sobre la faz de la tierra.
(Seyyed Hossein Nasr, Sufismo vivo, Herder, Barcelona, 1984, p. 110-111).