viernes, 5 de julio de 2013

Del actuar puro

Del actuar puro

Julius Evola


Actuar puro no significa actuar ciego. Y la norma de no mirar a las consecuencias concierne a los móviles afectivos individualistas, no ya al necesario conocimiento de aquellas condiciones objetivas que la acción debe tener en cuenta para ser en lo posible una acción perfecta, es más, para no ser una acción destinada ya desde la partida a ser un fracaso. Podrá no tenerse éxito: esto es secundario, pero ello no debe depender de un defecto en el conocimiento de todo aquello que se refiere a las condiciones de la eficacia, por ende en general, a la causalidad, a las relaciones entre causas y efectos, a la ley de las acciones y de las reacciones concordantes.

(Julius Evola, Cabalgar al tigre, Heracles, Buenos Aires, 1999, p. 89).