Fuera matones
de las redes sociales
Halil Bárcena
Decía Frithjof Schuon que lo exclusivamente humano, lejos de poderse mantener en equilibrio, conduce siempre a lo infrahumano. Cuando al vulgo le ponen en la mano un micro, un megáfono o un 'twiter' el infierno se abre bajo nuestros pies. Los que acosan, los que persiguen, los matones de las redes sociales, construyen día a día el infierno a base de difamaciones. Somos lo que decimos, afirman los sufíes, maestros del verbo exquisito y el adab o educación espiritual, algo que tendría que tener cabida en las nuevas formas de comunicación social, pero que apenas si cabe. El periodista y escritor italiano Roberto Saviano escribía recientemente acerca,justamente, de dichos matones de las redes sociales (El País, sábado 25 de mayo de 2013, p. 33):
"Insultar en las redes sociales no es libertad de expresión, sino una manera de difamar de gente que se nutre, como parásitos, de la fama de los demás y no construye una sociedad más sincera, sino peor (...). Nosotros somos lo que decimos. Por tanto el lenguaje soez, el insulto o la agresividad no construyen una sociedad más sincera sino una sociedad peor. Seguramente, más violenta. Los comentarios biliosos de los usuarios de Facebook y Twitter solo aportan bilis y veneno a las vidas de quien los escribe y de quien los lee. Por desgracia, esta entropía del lenguaje está contagiando a la comunicación política, siempre en busca de la gran simplificación, de la cháchara divertida y ligera, de la ocurrencia resolutoria".