lunes, 22 de abril de 2013

Sant Jordi, libros y rosas

Sant Jordi, libros y rosas

Halil Bárcena




Sant Jordi, el caballero venido del corazón de la Anatolia turca, que luchó y venció al pérfido dragón; Sant Jordi, patrón de Catalunya, es el día de los libros y las rosas. Una fiesta extraordinaria: día del amor y día del conocimiento, atesorado en los libros. La diada de Sant Jordi es la gran diada de Catalunya. Borges, el maestro Jorge Luis Borges, decía, refiriéndose al período medieval, que entonces había muy pocos libros, pero todos ellos eran principales. Hoy, que manda el reino de la cantidad, no es preciso decir lo difícil que es hallar un texto principal (y principial) entre las novedades que nos ofrece cada año por estas fechas el mercado literario. De todos modos, nos quedan los clásicos, que en su condición de clásicos son (casi) sagrados. Hay que leer lo principal y dejarse de tanta bazofia. Al fin y al cabo, ars longa, vita brevis, como reza el viejo adagio latino. Decía Schopenhauer al respecto: "Para leer lo bueno, hay una condición, y es no leer lo malo, porque la vida es corta y el tiempo y las fuerzas, limitadas" (La lectura y los libros, seguido de Sobre la erudición y los eruditos, J.J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 2013, p. 40).