Maynûn Laylà
1.
Me dicen: ¿cómo,
enferma Laylà en Iraq, no vas a verla?
¡Dios sane a los
enfermos de Iraq,
Que yo me compadezco
de todo aquél que sufre del mal de Iraq!
2.
No debilite Dios el
amor que por ella siento
Ni detenga en mi
corazón el amor que le tengo,
Que no me alegraría
estar libre de amor
Aunque poseyera lo que
de Oriente a Occidente va.
3.
Mi corazón es un
extraño entre las costillas.
Llama, sin respuesta,
a quien ama.
Le ciñe el pesar
Pues cada día la pasión y el llanto llaman a su puerta.
La pena se me ha
llevado el corazón,
Pues mi corazón, desde
que tengo conocimiento,
Herido está.
Si todos los corazones
fueran como mi corazón
No habría ya
corazones.
4.
Otros, antes que yo,
murieron de amor.
Eso ya pasó.
Pero si muero yo
Perderá el amor su
último bastión,
Mi corazón estaba
oculto por un velo,
Pero vino tu amor y lo desveló.
5.
Ojalá aspirase el día
de mi muerte
Aquello que está entre
tus ojos y tu boca.
Ojalá me purificase tu
saliva.
Ojalá me embalsamaran
con tu médula y tu sangre.
Ojalá la paz
compartiera mi lecho en la tumba,
Fuera en el paraíso o
en el infierno.
Josefina Veglison
Elías de Molins, La poesía árabe clásica, Hiperión, Madrid, 2009.
Qays Ibn al-Mulawwah (Najd, región central de la actual Arabia Saudí, s. VIII).
Poeta beduino más conocido con el nombre de Maynûn Laylà ('El loco de Laylà, en árabe), por haber perdido la cordura debido al
amor por su amada Laylâ bint Mahdi ibn Sa’d (conocida como Laylà),
cuyo nombre evocaría la noche o la oscuridad a la cual se enfrenta el poeta y
también el secreto del amor. En cualquier caso, la historia de estos dos
jóvenes adquirió calidad de leyenda y ha tenido una gran importancia en la
literatura oriental y, especialmente, en la literatura sufí. Se cuenta que cuando Maynûn encontró a Laylà,
se enamoró apasionadamente de ella y empezó a cantar su amor componiendo
poemas. Cuando pidió su mano en
matrimonio, fue rechazado por el padre de ésta, que la casó con otro, y
entonces el poeta enloqueció y se retiró al desierto a cantar las excelencias
de su amor y su amada. Esta historia de amor truncado, marcada por
encuentros, separaciones y más reencuentros, fue popularizada principalmente por la
obra del poeta persa Nizâmî, Laylà y Maynûn, en el s. XII, y por la de Yâmî en el s. XV. El personaje emblemático de Maynûn, el loco de amor, fue incorporado al
simbolismo sufí muy pronto, hacia el s. IX, pasando a designar al amante espiritual por antonomasia en su anhelo de unión divina, que ve a Dios por doquier y lo siente ardiendo en su propio interior, al igual que Maynûn, que cuando oía el viento decía
que era Laylà; cuando veía un torrente,
veía las lágrimas de Laylà o cuando caía la noche, reconocía el nombre de Layà. Sobre gran parte de la obra poética que se le atribuye, actualmente existen
dudas relativas a su autoría.
(Sección coordinada por Pepa Torras i Virgili)