martes, 2 de octubre de 2012

Poetas: Maynûn Laylà


Maynûn Laylà


1. 
Me dicen: ¿cómo, enferma Laylà en Iraq, no vas a verla?
¡Dios sane a los enfermos de Iraq,
Que yo me compadezco de todo aquél que sufre del mal de Iraq!

2. 
No debilite Dios el amor que por ella siento
Ni detenga en mi corazón el amor que le tengo,
Que no me alegraría estar libre de amor
Aunque poseyera lo que de Oriente a Occidente va.


3. 
Mi corazón es un extraño entre las costillas.
Llama, sin respuesta, a quien ama.
Le ciñe el pesar
Pues cada día la  pasión y el llanto llaman a su puerta.
La pena se me ha llevado el corazón,
Pues mi corazón, desde que tengo conocimiento,
Herido está.
Si todos los corazones fueran como mi corazón
No habría ya corazones.

4.
Otros, antes que yo, murieron de amor.
Eso ya pasó.
Pero si muero yo
Perderá el amor su último bastión,
Mi corazón estaba oculto por un  velo,
Pero  vino tu amor y lo desveló.

5. 
Ojalá aspirase el día de mi muerte
Aquello que está entre tus ojos y tu boca.
Ojalá me purificase tu saliva.
Ojalá me embalsamaran con tu médula y tu sangre.
Ojalá la paz compartiera mi lecho en la tumba,
Fuera en el paraíso o en el infierno.

Josefina Veglison Elías de Molins, La poesía árabe clásica, Hiperión, Madrid, 2009.




Qays Ibn al-Mulawwah (Najd, región central de la actual Arabia Saudí, s. VIII). Poeta beduino más conocido con el nombre de Maynûn Laylà ('El loco de Laylà, en  árabe), por haber perdido la cordura debido al amor por su amada Laylâ bint Mahdi ibn Sa’d (conocida como Laylà), cuyo nombre evocaría la noche o la oscuridad a la cual se enfrenta el poeta y también el secreto del amor. En cualquier caso, la historia de estos dos jóvenes adquirió calidad de leyenda y ha tenido una gran importancia en la literatura oriental y, especialmente, en la literatura sufí. Se cuenta que cuando Maynûn encontró a Laylà, se enamoró apasionadamente de ella y empezó a cantar su amor componiendo poemas. Cuando  pidió su mano en matrimonio, fue rechazado por el padre de ésta, que la casó con otro, y entonces el poeta enloqueció y se retiró al desierto a cantar las excelencias de su amor y su amada. Esta historia de amor truncado, marcada por encuentros, separaciones y más reencuentros, fue popularizada principalmente por la obra del poeta persa Nizâmî, Laylà y Maynûn, en el s. XII, y por la de Yâmî en el s. XV. El personaje emblemático de Maynûn, el loco de amor, fue incorporado al simbolismo sufí muy pronto, hacia el s. IX, pasando a designar al amante espiritual por antonomasia en su anhelo de unión divina, que ve a Dios por doquier y lo siente ardiendo en su propio interior, al igual que Maynûn, que cuando oía el viento decía que era Laylà; cuando veía  un torrente, veía las lágrimas de Laylà o cuando caía la noche, reconocía el nombre de Layà. Sobre gran parte de la obra poética que se le atribuye, actualmente existen dudas relativas a su autoría.

(Sección coordinada por Pepa Torras i Virgili)