jueves, 1 de marzo de 2012

Rugby: 'Crunch' inglés

'Crunch' inglés



Halil Bárcena



Para el aficionado al rugby, el torneo de las Seis Naciones, la gran cita anual del rugby del hemisferio norte, es algo especial. No hay otro torneo con tanta solera en el apasionante mundo del oval. Y en el Seis Naciones pocos duelos poseen tanta intensidad como el llamado crunch, esto es, el momento crucial, expresión inglesa con la que se conoce el choque entre las selecciones de Francia e Inglaterra o, lo que es lo mismo, el enfrentamiento entre el aristocratismo inglés, que se sabe detentador de las esencias de este juego único, y el republicanismo francés, con lo que ello implica. Si Inglaterra es el rugby de siempre, fiel a su noble espíritu y a los valores tradicionales de un deporte fuera de lo común; Francia representa la subversión de todo ello, algo así como si un cierto talante futbolero, esto es, tramposo, (y, a la postre, democrático, en el peor sentido del término) se hubiese apoderado del rugby francés. Recuérdese, por ejemplo, que, en 1932, Francia fue expulsada del (entonces llamado) torneo de las 5 Naciones, dado que contaba en sus filas con jugadores profesionales, todo ello en un momento en el que el rugby era estrictamente amateur. Sea como fuere, no hay como asistir a un partido de rugby en suelo inglés -británico en general- o francés para certificar la diferencia. Jamás los ingleses silbarán a un contrario o protestarán al árbitro; mientras que en los estadios franceses suele ser cada vez lo más común, por desgracia. Y todo ello sin desmerecer para nada el particular juego rugbístico francés; eso que los propios ingleses dieron en llamar french falir, mezcla de atrevimiento e improvisación en el juego que tantos dolores de cabeza les provoca a sus contrarios, los ingleses sin ir más lejos. Y es que el rugby francés posee -¿poseía?- un muy particular sello; y algunos de sus jugadores figuran en tre los mejores de la historia: Serge Blanco, por ejemplo.

Pues bien, todo ello es lo que se dirime en el crunch anual. Este año, el crunch se decantó del lado inglés, cosa que este cronista celebra sin tapujos, pues aún cree en el rugby de siempre, a pesar de las lacras que ha conllevado el profesionalismo. El XV de la rosa se impuso a los galos a domicilio, por un apretado 22-24, que aborta la posibilidad de que los bleus puedan alzarse con el torneo y se lo sirven en bandeja a País de Gales, que, como era de esperar, apabulló a los italianos por un contundente 24 a 3. En el otro encuentro de la jornada, Irlanda se impuso por 32 a 14 a los escoceses.