miércoles, 11 de enero de 2012

Un secreto a voces

Al·lâh, un secreto a voces


Dijo el mensajero de Al·lâh [Muhammad] a los suyos: "Yo [Al·lâh] era un tesoro oculto que deseó darse a conocer; por eso creé el mundo".


[Hadîz qudsî]




Comentario:

Al·lâh es un secreto a voces que se dice a sí mismo por doquier, pues tiene vocación de ser descubierto y compartido. Y el mundo son los signos de Al·lâh, ayâtul·lâh en árabe, mostrándose para quien sea capaz de contemplarlos. Al·lâh es lo más obvio, un secreto de dominio público. Así pues, Al·lâh no es un concepto sobre el que divagar ni un ídolo al que adorar. Lo milagroso y lo divino están en todo; es la consciencia del hombre la que está ausente de la naturaleza real del mundo y, por consiguiente, de lo divino, lo único que no debiéramos perder de vista jamás. Y es que nada nos da derecho a olvidar lo único realmente esencial. De ahí que marren sus juicios quienes acusan al espiritual sufí de huir de la realidad, pues lo que pretende (y a eso invita) es huir a la realidad (realmente real), saliendo precisamente de la irrealidad de un mundo idolátrico y virtual que se viste cada día de nada. Halil Bárcena