El azufre rojo
Halil Bárcena

Para los antiguos alquimistas musulmanes, herederos de saberes ancestreles provinientes del antiguo Egipto y otras culturas orientales, el llamado azufre rojo, al-kibrît al-ahmar en árabe, designaba la sola materia capaz de transformar la plata en oro. En el ámbito específico del tasawwuf o sufismo islámico, tal expresión se utiliza para referirse simbólicamente a la excelencia del grado espiritual logrado por el walî o amigo íntimo de Al·lâh, esto es, el sabio realizado, que es quien, gracias a su filiación divina, asegura -como sólo él puede realizar- la función de guía espiritual. A veces, se ha dicho que la búsqueda espiritual sufí (sayr wa sulûk) no es sino la búsqueda del azufre rojo. Algunos sabios sufíes, es el caso del andalusí Ibn 'Arabî (m. 1240) sin ir más lejos, fueron calificados muchas veces de al-kibrît al-ahmar por sus discípulos, alumnos y seguidores.