La danza
de Enrique Morente y "El Bola"
Lili Castella

En la entrada de Halil Bárcena “Del duende flamenco al tarab árabe” (octubre 2010)recientemente colgada en este blog, figuran dos links musicales, ambos exquisitos. Queremos referiremos en estas líneas al primero de ellos, aquél en que Enrique Morente canta una media granaína, acompañado al toque por Agustín Carbonell "El Bola". Y es que este link merece ser oído ¡y visto! una y otra vez. Decimos que merece ser oído porque el sonido de la voz y de la guitarra es excepcional, y añadimos que merece ser visto, porque ambos músicos, Morente y "El Bola", sin moverse de sus sillas, despliegan una danza que fascina e hipnotiza. Y es que el músico auténtico, danza. Vean si no las manos de Enrique Morente caligrafiando en el aire su respirar hecho música. Vean su cuerpo despierto, todo respiración. Y su mano izquierda, que parece hacer brotar la música directamente desde su corazón. Y qué decir de "El Bola", balanceándose suavemente, hecho uno con su guitarra encajada en su pecho y en su abdomen, como si éstos fueran su caja de resonancia y el músico estuviera rasgando las cuerdas de sus propias entrañas. Y el gesto delicado y rotundo de su cabeza apartándose como para no intervenir en lo que está sucediendo. Sus dedos danzan, libres, embebidos en su necesidad de decir y bailar la música.

En esta danza de detalles, en que todos los movimientos son bellísimos, honrados, sinceros y generosos, todo tiene aroma de libertad, incluso el ritmo. La granaína es un palo flamenco de ritmo libre, que no se deja encerrar en ningún compás, a tal punto que casi podría pensarse que carece de ritmo… Y sin embargo sí lo tiene: esta danza y esta música se mecen y nacen del ritmo sutil pero claramente perceptible de la respiración de Enrique Morente. Y esta respiración, que todos compartimos, y que en Morente transita sin traba alguna para hacerse belleza, para hacerse música, parecen materializar estos versos de Mawlânâ Rûmî:
“Alguien dentro de tu respiración,
te da también respiración, promesas de unión.
Respira con Él hasta tu último aliento.
Él te lo da con amabilidad y misericordia”.
Para visualizar el link mencionado en el texto, clika aquí:
te da también respiración, promesas de unión.
Respira con Él hasta tu último aliento.
Él te lo da con amabilidad y misericordia”.
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Lili Castella es licenciada en Derecho y pianista. Rebabista del grupo de música sufí 'Ushâq, es coordinadora de las actividades del Institut d'Estudis Sufís de Barcelona