domingo, 14 de febrero de 2010

Mandela, 20 años de libertad



Mandiba, un hombre libre



Halil Bárcena





El pasado once de febrero, tuvo lugar la conmemoración del 20º aniversario de la excarcelación del ex-presidente de Sudáfrica Nelson Mandela, el preso más famoso de la historia de la liberación surafricana y artífice de la transición pacífica a la democracia del país africano. Tata Mandiba, como es conocido cariñosamente por los suyos, pasó veintisiete años en prisión condenado por terrorista por el entonces gobierno racista del apartheid.




Todos esos años de su vida hurtados por sus captores, no consiguieron, sin embargo, robar la alegría de un político fuera de lo normal, acostumbrados como estamos a ver tanta mediocridad en la política y los políticos. Tampoco le robaron la capacidad de perdonar. Y eso es, justamente, lo que hace de Mandiba un hombre libre, alguien que se supo liberar del odio a sus captores.




De todo ello da cuenta Invictus, la última película de Clint Eastwood, un director de cine que ha sabido demostrar que el gran cine de calidad -¡cómo no recordar Gran Torino aquí!- no está reñido con el éxito comercial. Invictus, film basado en el libro El factor humano, del periodista británico John Carlin, residente desde hace unos años en la población barcelonesa de Sitges, gira en torno a la Copa del Mundo de Rugby celebrada, el año 1995, en Suráfrica, un acontecimiento deportivo que Mandiba utilizó como modo de unir un país partido en dos, entre negros y blancos.





Contra todo pronóstico, los Springbocks, el equipo nacional surafricano, otrora símbolo del poder blanco, devino el equipo de todos, gracias al empeño de Mandiba, y consiguió lo que parecía imposible: derrotar en la final a los todopoderosos All Blacks neozelandeses, los verdaderos señores del rugby mundial, en un agónico encuentro, que necesitó de una prórroga, resuelto a favor de los Springbocks, por un ajustado 15 a 12. Que nadie me interpete mal, pero jamás una derrota de mis admirados All Blacks, con los grandes Jonah Lomu y Andrew Merthens en sus filas, sirvió para tanto. Y es que hasta perdiendo los All Blacks son grandes; y eso sin desmerecer en absoluto el gran encuentro realizado por unos Springbocks capitaneados entonces por François Pinnar, cómplice de Mandiba en todo esto.