"Aunque el comentario hablado pueda aclarar,
el amor mudo es aún más claro"
Mawlânâ Rûmî (m. 1273)

Comentario:
En ocasiones, la palabra divide, sobre todo cuando no es una palabra nacida del silencio, sino de la inconsistencia de nuestro yo fenoménico, que es por definición pasajero y finible. Dicha palabra egoica separa y confunde, mientras que el silencio une. Al amor, que es la expresión superlativa del silencio, cuando amante, amado y amor son uno, le sobran las palabras y los argumentos, los cómos, los porqués y los paraqués. El amor está hecho de silencios y complicidades, de miradas y de gestos que dicen lo que la mente es incapaz de conceptualizar y la lengua no alcanza a articular. El amor es mudo, pero comunica, ¡vaya si comunica! El derviche se expresa mediante dicho lenguaje; esa es su auténtica lengua y no otra. Zabân-e hâl, muda elocuencia, expresión del estado interior, lo denominan los derviches persas. Halil Bárcena