martes, 10 de junio de 2008

De los primeros pasos


"Quien brilla en sus principios
resplandece en sus finales"

Ibn 'Atâ Al·lâh al-Iskandarî (m. 1309)





Comentario:

Dar los primeros pasos en el camino sufí exige haber colocado adecuadamente el eje de coordenadas. De otro modo, el fracaso está garantizado. Situar de forma correcta el eje de coordenadas comporta entender la naturaleza y el alcance del propio camino y hacia dónde se dirige. Ello implica, al mismo tiempo, una correcta actitud a la hora de emprender los diferentes procedimientos y prácticas de silenciamiento interior. En cierto modo, el eje de coordenadas coincide con un cierto conocimiento teórico, teniendo en cuenta que el significado primigenio de la palabra griega theoria es "visión". El eje de coordenadas es por tanto una visión de la montaña a la que se ha de ascender, mientras que el sufismo operativo es la ascensión en sí misma. Sin el eje de coordenadas bien colocado, el caminante corre el peligro de extraviarse. El viento sólo es favorable si el timón está bien cogido y las velas tensadas. Por consiguiente, es bueno saber de entrada que el trabajo sufí no es de orden terapéutico: no hay nada que curar; de hecho al trabajo se llega ya mínimamente curado. No pertenece a la categoría del ocio inteligente, ni al del crecimiento personal, ni a la auto-ayuda. En el sufismo se investiga e indaga el interés (desinteresado) por todo, el distanciamiento y el silenciamiento interior, como elementos básicos para el cultivo de la calidad humana profunda y de la espiritualidad. Halil Bárcena