Mes de Ramaḍān, privación y elevación
Halil Bárcena
El verbo árabe ṣāma (صام) quiere decir, en primer lugar, "abstenerse (de algo)", "ayunar". Posee un doble masḍar (مَصْدر) o nombre de acción: ṣiyām (صيام), que es el ayuno en términos generales, y ṣawm (صوم), que hace referencia más específicamente al ayuno prescrito del mes de Ramaḍān (رمضان).
Sin embargo, ṣāma también quiere decir "elevarse". En árabe clásico, dicho verbo se utiliza para referirse al día cuando se levanta y eleva, e incluso al sol cuando alcanza el cénit. Por consiguiente, ayunar no solo es abstenerse de comer y de beber, algo demasiado simple. Ayunar también es elevarse: primero, por encima de nosotros mismos, porque somos mucho más que nuestras necesidades; y, en segundo lugar, hacia Allāh (s.w.t.), nuestra fuente divina. Todo lo que no sea eso es pasar hambre.
En resumen, el ayuno del Mes de Ramaḍān es, al mismo tiempo, imsāk (إمساك), abstinencia y privación; y rif'a (رفعة), elevación y exaltación. Que nadie se equivoque, no se nos insta a ayunar para humillarnos, sino para dignificarnos como seres humanos. Por eso, el Mes de Ramaḍān es, fundamentalmente, una celebración.