Tiempo de peregrinar
Halil Bárcena
Justo en estos días en los que tiene lugar el ḥağğ (حَجّ), la peregrinación ritual a Mekka -el gran viaje, el viaje de los viajes-, recuerdo con profunda emoción mi ḥağğ, un mes de febrero del año 2002. En el último mes del calendario islámico, ḏū l-ḥiğğa (ذو الحجة), el mes de la peregrinación, tiene lugar el ḥağğ, que es un viaje a la fuente principial y a los orígenes del dīn. Se subraya así el estrecho vínculo existente en la cosmovisión coránica entre principio y final.
Por otro lado, el ḥağğ nos recuerda nuestra condición viajera, en tanto que seres en tránsito. A fin de cuentas, el ser humano es un "homo viator". Se vive para viajar, se viaja para ver, se ve para conocer, se conoce para amar (¡quien lo conoce, lo ama!); y quien ama de verdad, muere de amor. Solo a quien es capaz de morir de amor le es concedido el don de vivir plenamente una vida con sentido.
(Nota: en la imagen, un emocionado Halil Bárcena, ante la tumba del profeta Muḥammad en la ciudad de Madīna, días antes de emprender rumbo a Makka, para realizar el ḥağğ).