Ḥallāj, Mawlānā Rūmī y la sabiduría
Halil Bárcena
La sabiduría no es un conocimiento. Y, menos aún, un conocimiento privativo de algunos seres humanos. Viene esto a cuento del libro Ajbār al-Ḥallāj del sabio sufí Ḥallāj (m. 858-922). Se trata de una recopilación que contiene tradiciones proféticas en modo alguno diferentes de los aḥādīṯ (plural de ḥadīṯ) aceptados como sanos o legítimos por la tradición islámica. Sin embargo, la particularidad de la recopilación ḥallājiana, y eso es lo que más llama la atención del lector, es que sus tradiciones no están encabezadas por cada cadena de transmisión (isnād), como es preceptivo, sino por una cadena que se remonta, curiosamente, a las fuerzas cósmicas y sobrenaturales, así como a los astros. Ḥallāj no invoca a ninguna autoridad humana, sino al propio cosmos. En ese sentido, no resulta extraño que Mawlānā Rūmī (m. 1273), alguien de estirpe ḥallājiana, afirme:
'Has de saber, amigo mío, que todo en el universo es una jarra llena hasta los bordes
de sabiduría y belleza' (Maznawî I, 2860).