lunes, 11 de mayo de 2020

Elogio de la poesía y de la lengua árabe

Elogio de la poesía y de la lengua árabe

Halil Bárcena

foto de Halil Bárcena.
Las palabras contienen auténticos tesoros etimológicos, máxime en el caso de la lengua árabe, cuya ductilidad y plurivalencia oximorónica -la expresión es de Luce López-Baralt- resultan proverbiales. No es de extrañar, así pues, la reflexión sobre el valor y las posibilidades de la lengua árabe que desde sus albores se ha efectuado en el seno del sufismo. A principios de los 90, tuve la oportunidad de profundizar en dicha dimensión del árabe, gracias a los profesores, y maestros, Jean-Loup Herbert y Maurice Gloton.

La extraordinaria capacidad alusiva de la lengua árabe reside en todas las posibilidades asociativas que nos brinda su sistema de raíces léxicas mayoritariamente trilíteras. Dicho sistema permite establecer, a partir de relaciones morfológicas y etimológicas, una sutil red de referencias semánticas -cito ahora libremente a Pablo Beneito-, como es el caso de la raíz trilítera árabe š - ' - r (ش - ع - ر), que encierra un increíble caudal semántico, como solo la lengua árabe, me atrevería a decir, es capaz de atesorar.

El verbo ša'ra (شَعَرَ) significa tanto 'sentir' como 'saber', y también 'componer versos'. Así pues, no todo el saber pasa por la razón, también hay un saber en el sentir. Del mismo modo, el sentir, cuando es un sentir profunfo, no se reduce al sentimentalismo, sino que posee una dimensión mucho más honda de la cual emana una forma muy particular de conocimiento. Así opera el poeta, ese es el valor de la poesía.

Pero, aún hay más. La palabra ša'r (شَعْر) significa 'pelo', 'cabello', 'vello'. Por su parte, ši'r quiere decir 'poesía', 'percepción', 'conocimiento'. Lo hemos dicho ya, la poesía, cuando lo es de verdad y no un mero juntapalabrismo ingenioso, es una forma muy particular de conocimiento sensible, en modo alguno abstracto, que es capaz de erizarnos el vello. Dicho de otro modo, se nos pone la piel de gallina cuando oímos un poema -lo mismo ocurre con la música- sin antes pedirle permiso a la mente. La conmoción es tan honda que desencadena en nuestro cuerpo una reacción refleja y prerreflexiva.

Por ello mismo, el šā'ir, esto es, el 'poeta', quien está 'dotado de intuición', que eso significa también la palabra árabe, es, literalmente, 'quien es capaz de ponernos los pelos de punta'. Ya se sabe que los poetas siempre saben decirlo todo mejor que nadie.

Por último, la palabra ši'ār (شِعار) quiere decir, entre otros significados, 'signo' y 'símbolo '. Y es que en todo cuanto venimos diciendo hay un signo -divino, si me permiten decirlo- para quien desee verlo .