¡Instrúyeme, Jayyâm!

"Mi corazón me dijo: ¡'Quiero saber, quiero conocer! Instrúyeme, Jayyâm, tú que has trabajado tanto!'. Pronuncié la primera letra del alifato y mi corazón me dijo: 'Ahora, ya sé. Uno es la primera cifra del número que no se acaba' ".
(Omar Jayyâm, Rubayat' J. J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 1997, p. 28).