miércoles, 14 de octubre de 2015

Cervantes en Istanbul

Cervantes y el almirante turco 

Kılıç Ali Paşa, una curiosa amistad

Halil Bárcena


Recientemente, se han encontrado en la iglesia de las Trinitarias de Madrid algunos fragmentos de huesos que muy probablemente pertenecerían al cuerpo de Miguel de Cervantes Saavadra (1547-1616), autor del célebre Don Quijote de La Mancha, cumbre de las letras españolas y uno de los grandes hitos de la literatura universal. Sin duda, dicho hallazgo ha avivado el interés por conocer mejor la azarosa vida de Cervantes, que aún hoy presenta muchos puntos oscuros.
Uno de los episodios menos conocidos, me temo que tanto en España como en Turquía, es la supuesta estancia de Cervantes en Istanbul y su particular relación con Kılıç Ali Paşa, fascinante hombre de mar que da nombre a una de las mezquitas más bellas construidas por el genio de la arquitectura otomana, Mimar Sinan (1490-1588), en el barrio istanbulí de Tophane, a orillas del Bósforo; mezquita vinculada, supuestamente, a Cervantes, como veremos más tarde. Pero, veamos los hechos paso a paso.   
Kılıç Ali Paşa (1519-1587) nació en la población de Le Castella, en la región italiana de Calabria, con el nombre de Giovanni Dionigi Galeni. Hijo del marinero Birno Galeni, fue hecho prisionero tras una incursión llevada a cabo por corsarios procedentes del Norte de África, muy frecuentes por aquel entonces, convirtiéndose al islam al poco tiempo y cambiando su nombre por el de Uluç Ali, primero, y Kılıç Ali, más tarde. Llegó a ser un marino de éxito, al servicio siempre del poder otomano.
Conquistó el actual Túnez, fue beylerbey, esto es, gobernador de Argel y el sultán Kanunî Süleyman le nombró gran almirante. Como tal, participó en la batalla naval de Lepanto, İnebahtı en turco, que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571, entre la armada del Imperio otomano y una coalición católica en la que participaron coaligados el reino de España, las repúblicas de Génova y Venecia y los Estados Pontificios. Kılıç Ali comandó el ala izquierda de la flota otomana, la única que regresó intacta a Constantinopla. Ese mismo año de la derrota otomana, el sultán Selim II, hijo de Kanunî Süleyman, le nombró Kaptan Paşa, es decir, comandante en jefe de la marina imperial otomana.
En dicha batalla participó Miguel de Cervantes, que resultó herido y perdió la movilidad de su mano izquierda, lo que le valió el sobrenombre de “manco de Lepanto”.  Kılıç Ali conoció personalmente al escritor español en su presidio argelino, y se hicieron, dicen, grandes amigos, hasta el punto de que Cervantes narró las peripecias de la vida del marino osmanlí en su célebre Don Quijote de La Mancha. En efecto, el personaje llamado Uchalí, que aparece en el capítulo 39 de la primera parte del libro, de claros rasgos autobiográficos, no es otro que nuestro Kılıç Ali, a quien el escritor español describe en el libro como un hombre “atrevido y venturoso corsario”[1].
Una vez retirado en Constantinopla, más tarde Istanbul, Kılıç Ali Paşa encargó al célebre arquitecto Mimar Sinan la construcción de la mezquita que lleva su nombre,  Kılıç Ali Paşa Camii en turco, a la que hacíamos referencia al inicio de este texto. Pues bien, según las averiguaciones llevadas a cabo por investigadores turcos en los archivos de dicha mezquita, entre la lista de los trabajadores que, entre los 1578 y 1580, participaron en la construcción del templo religioso y el hamam o baño turco aledaño, figura un tal Cervantes, que, quién sabe, muy bien podría tratarse del autor del Quijote, lo que vendría a confirmar la curiosa amistad que unió a ambos personajes.  

 [Artículo publicado originalmente en turco en la revista turca de literatura Yedi Iklim nº 307, octubre 2015].


[1] Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha, Real Academia Española, Madrid, 2015, p.  402. Edición y notas de Francisco Rico.