Yihâd, algunas clarificaciones
En el entorno posterior al
11 de septiembre [tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York del
2001] existe la necesidad urgente de enunciar claramente los puntos de vista
del islam tradicional respecto a la yihâd, la llamada 'guerra santa'. La primera
cuestión que hay que aclarar es que yihâd no es simplemente lucha o guerra
santa. En árabe, yihâd significa literalmente 'esfuerzo', esto es, el hecho de
hacer un esfuerzo de un modo u otro. En el contexto del islam, yihâd tiene el
sentido de esforzarse por Dios, y este esfuerzo se puede llevar a cabo de un
número infinito de maneras, desde dar limosna y alimentar a los pobres hasta
concentrarse intensamente en las propias oraciones, o ejercer el autocontrol y
mostrar paciencia e indulgencia ante las ofensas, u obtener el auténtico
conocimiento, o luchar físicamente contra la opresión y la injusticia.
En términos generales, cualquier
cosa que exija algo de nosotros -es decir, que exija que vayamos más allá de
los confines de nuestro ego individual y de nuestros deseos individuales-, o
cualquier cosa que soportemos con paciencia o nos esforcemos por alcanzar para
complacer a Dios, se puede calificar de yihâd en el islam. Este concepto de
yihâd es tal que, cuando se enseñan los 'cinco pilares' de la fe, la yihâd a
veces se considera un 'sexto pilar' que impregna a los otros cinco y que
representa una actitud o intención que debe estar presente en todo lo que uno
hace por Dios.
(David Dakake, "El mito de
un islam belicoso", en Joseph E. B. Lumbard (ed.), El islam, el
fundamentalismo y la traición al islam tradicional, J. J. de Olañeta editor,
Palma de Mallorca, 2007, pp. 35-36).
Fuente:
Círculo de Oriente. Voz de la Caballería Espiritual Sufí (Futuwwah)