jueves, 29 de mayo de 2014

Contra el sentimentalismo

Contra el sentimentalismo


Ver la naturaleza real de las cosas. He ahí la aventura del derviche. El hombre común ve lo que no es, y lo que es no lo ve. Desespera comprobar la incapacidad humana para ver lo que en verdad necesita. A menudo, el sentimentalismo, subrayado de forma enfermiza en el neoespiritualismo occidental, es el elemento que distorsiona la mirada certera de las cosas. Y es que el sentimental no ve las cosas tal como son, sino como le gustaría que fuesen. La práctica sufí, siempre que se dé en un marco tradicional y no fuera de contexto como suele ocurrir en Occidente, convierte al hombre en un ser silente, sacrificado y sobrio, lo cual significa que habla sólo cuando es preciso, que es paciente y abnegado y que elude todo capricho artificioso. Ver, que es otra forma de referirse a la comprensión profunda de las cosas, antesala del amor, exige silencio, al tiempo que forja en el hombre una personalidad humilde y vigorosa. Halil Bárcena