El sufismo y los orientalistas
William C. Chittick

Si el énfasis de algunos sufíes difiere del de otros en esta o aquella doctrina, es porque sus exposiciones van dirigidas a guiar a los discípulos en el camino espiritual y no a explicar un sistema filosófico a los orientalistas.
Un ejemplo de falseamiento corriente es el hecho de llamar 'panteístas' a los sufíes, acusación de la que Ibn 'Arabî es uno de los blancos principales. Es cierto que tanto el sufismo como el panteísmo dicen que el mundo es Dios, pero el sufismo añade inmediatamente que Dios es absolutamente distinto del mundo, mientras que los panteístas clásicos dicen que el mundo es Dios, dando a entender que Dios no es otra cosa que la suma total de los elementos del universo.
Puede ser útil repetir aquí que la razón principal por la que algunos estudiosos han entendido mal la doctrina sufí es que no ven o no pueden aceptar que los elementos operativos, o espiritualmente eficaces, de ésta sean concebidos por los propios sufíes como la única justificación de la existencia de dicha doctrina. Estos eruditos se ven inducidos así a tratar el sufismo como si fuera otro sistema filosófico susceptible de ser sometido a un análisis puramente lógico, y en sus intentos para definir este 'sistema' invariablemente falsean la doctrina.
(William C. Chittick, La doctrina sufí de Rumi, J. J. de Olañeta editor, Palma de Mallorca, 2008, p. 29).