lunes, 11 de noviembre de 2013

Sufismo, viajar al Centro

Viajar al Centro

Seyyed Hossein Nasr



En el sagrado Corán, Al·lâh se refiere a sí mismo como el Exterior (al-Zâhir) y el Interior (al-Bâtin). Como quiera que este mundo y todo lo que hay en él son reflejos y teofanías de los nombres y cualidades de Al·lâh, todaa las realidades que contiene poseen también un aspecto exterior y uno interior. La cara exterior de las cosas no es pura ilusión; tiene realidad en su propio nivel. Pero implica un movimiento en la dirección de separación y alejamiento del Principio, que reside en el Centro y puede identificarse con el Interior. Vivir en el exterior es poseer ya la bendición de la existencia; ser más que nada. Pero quedar satisfecho sólo con lo exterior es traicionar la naturaleza misma del hombre cuya razón más profunda para existir es precisamente viajar desde lo exterior a lo interior, desde la periferia del círculo de la existencia al Centro trascendente y con ello devolver a su origen a la creación. El sufismo provee los medios para cumplir este fin supremo.

[Seyyed Hossein Nasr,  Sufismo vivo. Ensayos sobre la dimensión esotérica del islam, Herder, Barcelona, 1985, p. 16].