'Faqr' o pobreza espiritual
Frithjof Schuon
La pobreza es no
apegarse, en la existencia, ni al sujeto ni al objeto. Se habla mucho
de las ilusiones sutiles y de las seducciones que apartan al peregrino
espiritual de la vía recta y provocan su caída. Pues bien, estas ilusiones no
pueden seducir más que a aquel que desea algún provecho para sí mismo, tal como
poderes o dignidades o gloria, o que desea goces interiores o visiones
celestiales o voces, y así sucesivamente, o un conocimiento tangible de
misterios divinos.
Pero aquel que
en la oración no busca nada terrenal, de modo que le es indiferente el ser
olvidado por el mundo, y que además no busca ninguna sensación, de modo que le es indiferente no recibir nada sensible, aquél tiene la verdadera pobreza y no se
le puede seducir. En la verdadera
pobreza no queda más que la existencia pura y simple, y ésta es en su esencia
Ser, Consciencia y Beatitud. En la pobreza no le queda al hombre más que lo que
es, luego todo lo que es.
(Frithjof Schuon, Las perlas del peregrino, J. J. de Olañeta, Palma de Olañeta, 1980)