Nadie
Ayer a última hora de la tarde,
asistimos, en el incomparable marco de la Casa Asia de Barcelona, a la doble
presentación de la edición castellana de Sufismo (libro escrito por el
islamólogo y especialista en mística sufí Halil Bárcena, y previamente aparecido
en catalán en 2008, también a cargo de la editorial Fragmenta), y del CD de
música sufí editado por el mismo Bárcena y el grupo 'Ushâq.
La verdad es
que desde esta modesta bitácora no podemos más que declararnos maravillados
(anonadados sería, de hecho, la opción lingüística idónea) por un acto que nos
ha parecido una hermosa lección de sincera y humilde espiritualidad. Así, tras
una breve introducción por parte del director de Casa Asia y el editor de
Fragmenta, daba inicio la sesión con la ejecución de algunas piezas incluidas en
el CD. A la extraña musicalidad que a nuestros occidentales oídos suponen los
timbres de instrumentos como el ney (un tipo de flauta) o el rebáb y el 'ûd
(ambos instrumentos de cuerda), se han unido un par de danzas giróvagas, una de
ellas realizada por el escritor. Piezas de reconcentrada intensidad, en las que
ejecutantes y danzantes buscan experimentar esa gozosa armonía que surge del
nuclear encuentro entre interioridad y exterioridad.
Más
adelante ha sido el turno de la palabra, iluminada desde un enfoque
multidisciplinar enriquecedor. Así, a la interesante exposición inicial del
teólogo y antropólogo Xavier Melloni, centrada en el encaje de la mística dentro
de los respectivos sistemas religiosos y en la sociedad contemporánea, han
seguido el resumen que de las líneas axiales del libro ha hecho el poeta Manuel
Forcano, o la reveladora intervención de la instrumentista Leili Castella,
centrada en la metáfora del rebáb como elemento de comunicación de los mundos
mineral, vegetal, animal y, por supuesto, humano. Era el turno de Halil Bárcena,
que con encomiable afán didáctico ha desgranado su visión de la experiencia sufí
como centro, núcleo y cumbre, conceptos clave para consolidar un distanciamiento
crítico de las trampas y espejismos del pragmatismo ramplón, paso previo al
asalto, a la apertura, a la verdadera realidad. Hacia el final de su
intervención, Bárcena cifraba el desinterés de amplias capas de la población
mundial por los sistemas religiosos mayoritarios en el desconocimiento por parte
de estos de la propia tradición -especialmente, los márgenes más heterodoxos-,
en su ausencia de espíritu autocrítico y escéptico, y en la incapacidad de
articular discursos acordes con la modernidad. Su propuesta final abogando por
una espiritualidad basada en las corazonadas y la inspiración, en la cordura
nacida del cordis como cálida cordialidad, nos seguían acompañando
bastantes minutos después de abandonar la sala.
Os dejamos un fragmento
correspondiente al libro que, por razones evidentes, ha golpeado profundamente
en el ánimo de Nadie:
"La
metodología espiritual del sufismo podría resumirse en una sola palabra:
dhikr, que quiere decir, antes que nada, el acto de (re)cordar, esto es,
de reconducir algo de nuevo al cordis, al corazón. Todo en el sufismo es
memoria, nos recuerdan [...] los propios sufíes. La vida se vive hacia delante,
pero se comprende hacia atrás. Los espirituales sufíes son, así pues, hombres y
mujeres que recuerdan lo que realmente son, que han tomado consciencia clara de
su nada ontológica, que se saben alejados de la unidad primordial y anhelan
retornar a ella. [...] los sufíes persas hicieron de la metáfora del exilio
(gurba) y el retorno su tema predilecto. Todo el sufismo persa gira en
torno a dicha dialéctica, separación y retorno. Se trata de una parábola sobre
el exilio y las profundas emociones que lo acompañan, como, por ejemplo, el
dolor de la separación, la nostalgia del lugar de origen perdido y el anhelo de
un retorno jamás completado del todo en vida. El pasaje literario más
emblemático de lo que decimos es el llamado nay-namé o 'canto del nây
[...] de Rûmy [...], en el el nây -la flauta derviche de caña, metáfora del ser
humano escindido y exiliado- se lamenta de la separación de su patria de
origen:
Escucha el nây y su historia. Él se lamenta de la
separación:
Desde que me cortaron del cañaveral, a través de mis
sonidos
se ha lamentado hombres y mujeres. yo busco un pecho
desgarrado por la separación
para explicarle el dolor de mi anhelo.
Quien vive lejos de su origen, añora el instante del
retorno
a la unión".
Nadie es el responsable del blog '20añosesnada'.