miércoles, 12 de septiembre de 2012

Istilâhât (Léxico sufí): 'Dâ'im'

'Dâ'im', 
permanente, duradero

Halil Bárcena




La raíz gramatical árabe d-w-m incluye la idea de duración, continuidad y permanencia, pero en relación siempre con el movimiento, algo tan propio del espíritu semita como alejado del occidental, para quien la idea de permanencia posee (casi) siempre un valor estático. Y es que, a ojos sufíes, la duración -o la continuidad- no implica jamás carencia de dinamismo, sino todo lo contrario, como cuando se afirma que algo gira y gira sin parar, esto es, permanece en continuo movimiento. De ahí que el verbo árabe dâma, que significa, en primera instancia, durar, quiera decir también, girar, siendo duwâma, curiosamente, peonza. Por todo ello, no resulta extraño que los sufíes, sobre todo los mevlevíes turcos, que poseen una concepción no estática de la divinidad (Al·lâh no es un Ente Supremo desligado de los restantes entes) sino dinámica (Al·lâh es el puro Acto de ser), acostumbren a referirse a Al·lâh como Dâ'im, esto es, el duradero, el que siempre es y está, a través de su  acción incesante en el mundo. Y eso es, justamente, lo que los derviches giróvagos escenifican y encarnan en el samâ' o danza circular. Los derviches danzan, justamente, como ¡...peonzas...!; de forma tan veloz que parecen inmóviles.