miércoles, 4 de julio de 2012

Cocina sufí: 'Compota de albaricoque'


Compota de albaricoque



Un hombre agitaba las ramas de un albaricoquero a fin de hacerse con los frutos tan apreciados del árbol, cuando el dueño del jardín le sorprendió diciéndole:
- ¿Acaso no temes a Al·lâh?
 El hombre respondió en estos términos: 
- ¿Por qué habría de temerle? El árbol es suyo y yo soy su servidor, de tal manera que el servidor de Al·lâh come de su fruto.
Tras oír la respuesta del hombre, el dueño del jardín se ausentó unos minutos, no sin antes  pedirle a su inesperado visitante que aguardara un instante junto al árbol. Al poco, llegó el dueño con una cuerda en una mano que utilizó para atar al hombre al árbol y un bastón, con el que, una vez atado el hombre, comenzó a golpearle. Éste exclamó entonces:
-Y tú, ¿no tienes miedo de Al·lâh, que me golpeas de esta forma?
El dueño zanjó la cuestión como sigue: 
-¿Por qué he de temerlo? ¡Tú eres un servidor de Al·lâh y esto es el bastón de Al·lâh con el que golpeo a su servidor!

Ingredientes (para 4 personas):
150 gramos de albaricoques secos
1 litro de agua
200 gramos de azúcar o bien mosto de uva

Preparación:
Lavar los albaricoques y ponerlos a hervir en una olla con agua, aproximadamente quince minutos. Luego, añadir el azúcar y dejar que hierva diez minutos más. Lo dejamos enfriar un buen rato, para servirlo después bien frío. Tradicionalmente, se sirve al final de las comidas a manera de postre. En la Anatolia turca, la compota de frutas se sirve como postre y significa algo así como ‘cortar la palabra’, esto es, que tras la compota no se servirán más comidas.

(Sección coordinada por Nesrin Cân)