jueves, 26 de abril de 2012

Poetas: Abû Nuwâs


Abû Nuwâs

1.
Son cuatro las cosas
Que hacen revivir
Corazón,
Alma
Y cuerpo:
El agua,
Los jardines,
El vino
Y un rostro bello.




2.
Hombres, ¡a mí qué me importan
las espadas o los combates!
Yo sólo sigo a una estrella:
la del placer y la música.
En mí no confiéis,
pues soy de aquellos que rehuyen
encontronazos y embates.
Cuando veo el enemigo
salto sobre mi potrillo
con las riendas colocadas
por el lado de la cola.
No sé cómo es un arnés,
ni un broquel, ni un alfanje.
Todo mi afán es saber,
cuando sus guerras estallan,
por qué camino escapar.
Si de juergas se tratara,
de beber vino sin mácula
o de pasarme la noche
junto a vírgenes luciendo
sus vestidos de luto negro
me veríais con razón
como héroe de los árabes.

3.
Veo en el vino
Una virtud
Que sólo encuentro
En el amigo.
Él es la rueda
Que desde antiguo
Hacer rodar
Goce y placer
Como el molino.




4.
Me he desprendido de mi ignorancia
Vendiéndola al mejor postor
Para poder ir con la cabeza alta
Y mostrar la cara sin máscaras.
El Califa me ha prohibido
Que me libre a las pasiones
Y lo tendré que obedecer.
He tenido que dejar, por sus reproches, todo goce
Pues siempre llegan a sus oídos las infracciones.
Me senté al lado de un copero amigo
Sediento en la flor de la juventud,
Satisfaciéndome sin vino
Que se combate hoy
Como se servía ayer.

Abû Nuwâs, Cantar al vino, Madrid, Cátedra, 2010

Abû Nuwâs al-Hasan Ibn Hâni' al-Hakamî, conocido por Abû Nuwâs (Ahvaz, Irán, entre el 747 y el 762-Bagdad, 816), está considerado uno de los mayores poetas árabes clásicos, conocido por su poesía de temática báquica, satírica y erótica homosexual. Su lengua materna fue el persa, por lo que se arabizó conviviendo con tribus árabes nómadas y aprendiendo el Corán y la poesía árabe preislámica. Sin embargo, acabó por rebelarse contra esta inmersión cultural beduina y su forma de vida que consideraba conservadora y ruda en contraposición con la vida disoluta, placentera y ciudadana de la que luego disfrutaría en Bagdad. A pesar del aprecio en que le tuvieron los soberanos abbasíes, pasó varias temporadas en la cárcel como consecuencia de su vida libertina y de su afición al vino. Fue el primer poeta que liberó a la poesía árabe del peso tradicional que venía marcando la poesía típica beduina, más arcaica y complicada en formas y vocablos. El resultado de su obra es una poesía renovadora, moderna y libre que rompe con los temas clásicos; en ella el poeta declara públicamente su conducta libertina, con dulzura, ironía y sin ánimo de indulgencia, así como su desobediencia política y religiosa. Abu Nuwás se convirtió en personaje literario al protagonizar varias historias de Las mil y una noches, donde aparece inmortalizado como un personaje ingenioso y excéntrico. Cuenta la tradición que en el momento de su muerte declaró ‘mis pecados son grandes, pero cuando los comparo con tu perdón, Dios mío, veo que éste es aún más grande’.

(Sección coordinada por Pepa Torras i Virgili)