jueves, 12 de enero de 2012

Istilâhât (Léxico sufí)



'Istilâhât', la lengua de los sufíes



Halil Bárcena






El lenguaje sufí no viene determinado jamás por el azar. Al igual que ocurre con otras disciplinas islámicas, como la filosofía o falsafa, la teología o kalâm o la jurisprudencia o fiqh, el sufismo o tasawwuf posee un léxico técnico que le es propio, una terminología específica o istilâhât que favorece la comunicación entre los iniciados de la senda interior, al tiempo que les protege tanto de la curiosidad malsana del vulgo como de las insidias de los exoteristas religiosos, que son a los sufíes lo que los faraones a los profetas, según afirmaba Ibn 'Arabî. Dice el arabista Pablo Beneito: "La terminología de los sufíes no es ni una abstracción, ni un mero recurso estilístico, sino un lenguaje técnico, es decir, práctico, cuya originalidad surge de la necesidad de conferir a las palabras un nuevo sentido adecuado a su experiencia. Su autenticidad reside, precisamente, en esta conformidad de la expresión y la vivencia, conformidad que confiere al lenguaje de los sufíes, profundamente enraizado en la tradición, una cualidad universal" (1).

No cabe duda que las características tan particulares de la lengua árabe, principal vehículo lingüístico sufí, en especial su enorme capacidad alusiva, han facilitado la tarea de los sufíes a la hora de pergeñar un léxico técnico propio, que todo aspirante a la senda interior debe conocer. Los gramatólogos sufíes explotaron al máximo un particular procedimiento expresivo y hermenéutico, denominado por Beneito 'interreferencia léxica', consistente en usar al límite la red de asociaciones morfosintácticas que pueden establecerse entre los diversos términos de una misma raíz árabe (2), lo que, sin duda, les permitió una aproximación e interiorización del texto coránico harto distinta a la de los exoteristas religiosos.


Notas:

(1) Pablo Beneito, El lenguaje de la alusiones: amor, compasión y belleza en el sufismo de Ibn 'Arabî, Murcia, Editora Regional de Murcia, 2005, p. 30

(2) Ibídem, p. 16-17.