Ser como un extranjero

"Relató Ibn 'Umar: "El Mensajero de Al·lâh [Muhammad] me cogió por el hombro y me dijo: "Sé en este mundo como un extranjero o alguien que va de camino".
[Hadîz recogido por Bujârî]
Comentario:
Estar en el mundo, sin ser del mundo, o, lo que es lo mismo, vivir en el mundo, sin que el mundo viva en uno; he ahí la actitud del derviche ante la vida. "Jalvat dar anyumân", "Retiro en sociedad", lo llamó en persa Bahauddín Naqshaband (m. 1389), en el que es el octavo pilar de la tarîqa naqshabandiyya. Aunque el derviche viva exteriormente en el mundo, sin renunciar ni apartarse de él e implicado en su mejora, su mente y su corazón permanecen interiormente inalterables en la presencia de Al·lâh, que significa no residir en el ego y su veleidades, por muy bienintencionadas que éstas parezcan; ajeno como un extranjero al juego de máscaras que es la vida social para la mayoría de las gentes. Asimismo, recomendó el profeta Muhammad a su célebre compañero persa Salmân-e Fârisî: "Toma de este mundo justo lo que necesites para el viaje", porque, en efecto, el 'viaje' es lo único que cuenta, siendo el resto un mero juego de niños. Pero, ¿qué es el mundo y qué el viaje? El mundo es el teatro donde el tartamudo se ríe del cojo y éste se mofa del ciego; el escenario donde inmaduros henchidos de soberbia y vanidad proyectan sus sueños y creen, sin embargo, estar cambiando las cosas; ellos que son incapaces de cambiarse a sí mismos lo más mínimo. Y, ¿el viaje? Pues ir hacia Él, desde Él, en Él, lo único realmente real. Halil Bárcena