domingo, 21 de noviembre de 2010

La gira europea de los All Blacks



All passion, all power



... ¡All Blacks!






A las 18'30 h. del pasado sábado, 20 de noviembre, el Tres Quarts de Sitges, epicentro rugbystico de la villa costera catalana, presentaba una entrada de lujo para seguir el nuevo capítulo de la gira europea de otoño de nuestros admirados All Blacks, el combinado nacional de rugby de Nueva Zelanda, que ocupan el primer lugar en el ranking del mundo del oval. En esta ocasión, el test-match de los blacks tuvo lugar en Dublín, en el moderno Aviva Stadium, sito en Lansdowne Road, donde los hombres de negro se las vieron (¡y se las tuvieron!) con los del trébol verde, capitaneados por Brian O'Driscoll, uno de los jugadores que con más desparpajo ha plantado cara jamás a los del helecho plateado.






Entre los parroquianos del Tres Quarts, había un nutrido grupo de irlandeses que, guinness en ristre, festejaban con estruendo cada metro conquistado por los suyos, al tiempo que aplaudían deportivamente cada tanto kiwi, algo que tan sólo en el ámbito del rugby se puede contemplar. También había varios jóvenes cadetes del Club de Rugby Sitges y un buen grupo de seguidores catalanes blacks con sus gorras y camisetas negras, entre los que se contaba este cronista. Vaya, que el ambiente era de lujo; además, ¡nadie tomaba tisanas!, cosa que es un alivio, puesto que no hay nada más insulso y melifluo que eso, tomar tisanas, a parte, claro está, de la música de Leonard Cohen; pero ese es otro cantar que ahora no viene a cuento aquí, aunque daría para mucho. Sigamos con los Blacks.


Tras los himnos, momento de gran emoción, y la haka maorí de los All Blacks (la clásica Ka mate, en esta ocasión, como era de prever), boicoteada por una parte de la grada irlandesa, algo que, lamentablemente, viene siendo bastante habitual, llegó el esperado kick-off. Evidentemente, los del trébol verde no son Escocia, por lo que todo el mundo era consciente en el Tres Quarts que en Dublín los Blacks no se pasearían así como así, tal como hicieran la semana pasada en Edimburgo, ante una floja selección escocesa. A base de una férrea y ordenada defensa en línea, muy junta y compacta, los irlandeses pudieron aguantar los arreones de los Blacks, que percutían con menos acierto que en otras ocasiones. Los de verde resistían, y de qué manera, y asío lo hicieron durante una buena parte del primer tiempo, llegándose a poner por delante en el marcador, incluso, con un 13 a 9, que los Blacks remontarían más tarde, no sin emplearse a fondo, hasta alcanzar el 18 a 38 final, que dejaba las cosas en su sitio.






No quiero concluir esta crónica sin hacer una mención especial a algo que por muchas veces que uno haya visto no deja de sobrecogerle como si fuese la primera vez, y es el silencio sepulcral que se hace en los estadios irlandeses cuando se ejecuta un golpe de castigo, rasgo éste específico de la forma irlandesa de vivir el rugby. Y es que si un estadio cantando al unísono impresiona, en silencio conmociona. Y así, resultó conmovedor ver como Jonathan Sexton, por parte irlandesa, y el excelso Dan Carter, DC para la afición black, por los kiwis, lanzaban a palos ante más de cincuenta mil personas respetuosamente calladas. También el silencio es en el rugby, a veces, más elocuente que la palabra.


El próximo sábado, 27 de noviembre, concluirá la gira europea de los Blacks, y lo hará en Cardiff, frente al combinado galés, encuentro del que informaremos puntualmente a los amigos y seguidores de este blog sufí.
Halil Bárcena


Para ver un par de buenos resúmenes del test-match, clikar aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=su458SSe1gE
http://www.youtube.com/watch?v=DdFoNih3c_k